POR Fernando Coto Martén COTICO
La cuestión va más allá de una metodología novedosa pero tampoco es la cola de un huracán, que le da de lleno al caribe tico, pasa por Alta Talamanca e impacta la zona sur de nuestro país. Está intrínsicamente relacionada a una estrategia ingeniosa de intervención, con la utilización de nuestros recursos heurísticos y un arsenal de herramientas para la acción. Pero sí, no cabe duda que nos movemos, a partir de una investigación sociocultural y un trabajo de campo, palmo a palmo con la misma gente.
Nada que ver con un temblor por subducción o un terremoto en virtud de un fallamiento local. Es el arte popular y el soplo creativo, hechos una mancuerna con el componente de la imaginación, la ebullición en el mismo “cumbo”, los que se manifiestan de esta manera.
En efecto, florece una conciencia genuina en la Caja Costarricense de Seguro Social, que va más allá del programa innovador en prevención del embarazo de el y la adolescente y el acceso al servicio de control de la natalidad para adolescentes activos (as) sexualmente. Las mismas (os), quienes van a bailar ritmos pegajosos en los salones y pistas, en el mes de la patria y de la libertad; y a oír letras de canciones en donde lo subliminal ha dejado de ser evidente y las insinuaciones son cosa del pasado. Los cantantes lo dicen todo en un dos por tres, al “chile picante”. Literalmente la juventud se contonea y roza sensualmente, las mujeres con los chicos y viceversa. En conjunto, asumen poses provocativas y desafiantes, frente a la vetusta moral que se cae a pedazos. Pero hay más. Nuestra estrategia de intervención en la realidad fue aplaudida en la Jornada de Evaluación de la Región Brunca, en Palmar Norte en octubre del 2001, cuando nos referimos al proyecto de Fortalecimiento de la salud, el Acceso a la Atención Integral en Salud y la Participación Social en el área deprimida de la Casona Guaymie en Coto Brus. En efecto, el programa de control prenatal captó en su inicio a las mujeres indígenas que antes rechazaban nuestra consulta y se adherían a su cultura y a la medicina natural, al oficio ancestral y la sabiduría de las parteras tradicionales indígenas. Con esto, comenzaron a ingerir ácido fólico y a tomar hierro, con lo que evitamos las enfermedades congénitas, principal causa de mortalidad infantil y la anemia en las madres. Pero ahora estamos de plácemes, pues hemos aumentado al cien por ciento la cobertura en atención a mujeres embarazadas en el Territorio Indígena Bribrí de Cabagra, a cargo del EBAIS de la Brisas, Buenos Aires, Puntarenas. Y esto gracias al trabajo tesonero de los funcionarios y funcionarias, el espíritu y la continuidad proactiva que los gobierna y al entusiasmo que ha despertado entre la población las actividades de promoción humana y de estilos de vida saludables; sobre todo, la visión de interculturalidad y el respaldo a los valores tradicionales indígenas.
7/9/07
VIENTOS DE CAMBIO
en 1:25 Publicado por Rykardho
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