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INDIGENAS PARA LA POLICIA

INDIGENAS PARA LA POLICIA
26 DE MAYO 2007

En Talamanca, zona montañosa de Costa Rica, la Policía cambiará de rostro. Ya no tendrá la piel blanca, ni hablará únicamente español. En adelante será de tez tostada, ojos rasgados y cabellos lacios.

Además, estará investida no sólo con la autoridad que le otorgan las armas, sino con la sabiduría que tienen los hijos de Sibö, dios de las comunidades indígenas Bribri y Cabécar. Porque, a partir de ahora, la Policía costarricense integrará a sus filas a indígenas de estas zonas

Los primeros en cambiar sus atuendos tradicionales por el uniforme azul oscuro serán

60 hombres y mujeres de entre 18 y 35 años.

El cambio significará toda una revolución para estos pueblos asentados en zonas limítrofes con Panamá. Allí los espíritus de los mitos y las leyendas ancestrales conviven con los vientos de la modernidad, que ha ido filtrándose lentamente desde las ciudades hasta las rústicas viviendas de los nativos.

La esencia de los indígenas Bribrí y Cabécar se basa en la paz. Por eso, según Levy Sucre, originario de la región, “Relacionarnos con las armas implica todo un cambio de mentalidad”.

En estos grupos indígenas hay actualmente presencia de policía común. Sin embargo, fueron los mismos habitantes de estas tierras bañadas por el río Sixaola los que le solicitaron al gobierno que pusiera en marcha esta experiencia.

De acuerdo con Francisco Morales, presidente del territorio Cabécar, “Los guardias no comprenden la manera de ser de los indígenas. No hay una buena comunicación. Por eso es necesaria para nuestra propia seguridad”.

El líder también explica que, como los policías serán originarios de la zona, hablarán las lenguas Bribrí y Cabécar, por lo que podrán establecer vínculos más cercanos con la gente, que aunque también se expresa en castellano, prefiere mantener viva la tradición de sus dialectos.

Morales añadió que los policías indígenas serán la primera instancia para la resolución de algunos conflictos que se pueden transar por la vía del diálogo.

“Hay cosas como el maltrato y el hurto menor que pueden pasar primero por los tribunales indígenas”, señala el presidente del territorio Cabécar. El portavoz también dijo que los indígenas piden ingresar a la Policía debido al alto desempleo.

Ricardo González, director del despacho del Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica, afirma que la vinculación comenzará con la evaluación de los aspirantes, quienes tendrán que tener como mínimo tercer año de secundaria.

El funcionario añade que el Gobierno trasladará a esta zona a un equipo para entrenar a los nuevos policías durante tres meses.

“En estos poblados están aumentando la venta de drogas y la violencia intrafamiliar. Por eso también hay que mejorar la vigilancia. Siendo policías indígenas, habrá más respeto por su autoridad”, indicó.

Si todo sale como el Gobierno espera, este mes estarán los primeros policías aborígenes. Ellos enfrentarán el reto de preservar la calma y le ayudarán en su trabajo a la “dinamá”, el mítico león de río que en Talamanca reprende a los nativos que tienen malos comportamientos.

A partir de ese momento, el nuevo rostro de la ley tendrá el color de la tierra.

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