Carmen Rojas Chaves
Departamento de Educación Indígena
Ministerio de Educación Pública
I. El pueblo indígena guaymí
En Costa Rica se reconoce la existencia de 8 culturas indígenas, distribuidas en los 24 territorios indígenas legalmente constituidos. Una de estas culturas la constituye el pueblo guaymí, nombre con el que se designa a los ngäbes y buglés que viven en la Zona Sur del país. Aunque hablan lenguas diferentes, los ngäbes y los buglés comparten la mayoría de sus rasgos culturales, incluyendo la tradición oral.
En Panamá, los guaymíes viven en las provincias de Chiriquí, Bocas del Toro y Veraguas y son aproximadamente 170 000 ngäbes y 18 000 buglés. En Costa Rica viven en la zona fronteriza con Panamá, en los territorios indígenas de Conte Burica, Osa, Coto Brus, Abrojos Montezuma y Altos de San Antonio. La población es de aproximadamente 3 000 personas. No se cuenta con datos de cuántos de ellos son ngäbes y cuántos buglés.
Practican una agricultura de subsistencia, que complementan con la venta de artesanía y por temporadas se emplean en fincas bananeras y cafetaleras.
Mantienen rasgos culturales como la vestimenta - principalmente entre las mujeres - la pintura de la cara en ocasiones especiales, el labrado de los dientes, la lengua autóctona, la artesanía, la medicina tradicional, algunas ceremonias, así como la danza y la música. Cuentan con tres caciques – en Abrojos Montezuma, Coto Brus y Conte Burica- a quienes se les reconoce como la autoridad tradicional. No obstante, también han constituido Asociaciones de Desarrollo y otras organizaciones civiles.
2. El origen del mundo y del hombre
Ngöbö, el dios padre, es el creador de todo lo que existe. Es atemporal y no se le conoce su origen ni su parentesco con otros seres.
Al inicio de los tiempos, el mundo que había era de piedra y a partir de la piedra, en cuatro días, Ngöbö creó todos los elementos de la naturaleza, todo lo necesario para que la vida humana fuera posible. Por último creó al ser humano.
Primero sólo había piedra. Luego Ngöbö creó el agua y con esta cubrió todas las piedras. Quiso crear al hombre, pero vio que aún no estaban dadas las condiciones para su existencia. Entonces creó el barro, el lodo, pero vio que ahí tampoco podían nacer sus semillas, las personas. Entonces decidió crear el mundo como una gran casa de cañas con techo de palma, o como una gran totuma, según otras versiones. El mundo, entonces, tiene la forma de una gran casa, cuyo techo es sostenido por Uli Kran.
En la construcción de esta casa participaron cuatro personajes: el dueño del mapache, el dueño de la libélula, el dueño de las gallinas y el dueño de los pájaros carpinteros. Este último fue fundamental: él terminó de construir la casa, porque los demás no quisieron hacerlo.
Una vez creada la gran casa que constituye el mundo, Ngöbö creó al hombre, a partir de cuatro diferentes clases de maíz: el blanco, con el que se creó a la gente blanca; el negro con el que crearon los negros; el morado, con el que crearon a los indígenas y el amarillo, del que se crearon los extranjeros. Estas semillas de maíz las había dejado Ngöbö en la tierra, bajo el cuidado de Tibi Tolero, el dueño de los cornezuelos.
Inicialmente, todos los elementos del entorno tenían características humanas: hablaban y sentían. Luego estas facultades quedaron sólo para los humanos. Los animales querían seguir viviendo entre las sociedades humanas, ser parte de ellas. Con el tiempo la gente se fue separando de los animales y contó con la prohibición de Ngöbö de vivir juntos, de establecer parejas mixtas y de procrearse. No contentos con esta decisión de Ngöbö, los animales intentaban atraer a las personas, engañándolas de diferentes formas, principalmente tomando figura humana, como se muestra en los múltiples relatos que presentan este motivo.
Una vez que el proceso de creación de la tierra se había completado y la población aumentó, comenzaron a darse muchos conflictos entre las personas, muchas peleas. Ngöbö hizo varias advertencias a los humanos, pero estos no obedecieron. Entonces mandó un espíritu maligno, Ngiba Kogi para que recogiera todo lo que había para comer. A partir de este hecho se sucedieron una serie de cataclismos: una gran hambruna, un largo eclipse que oscureció el mundo y finalmente un diluvio que ocurrió porque Ngiba Kogi rompió la cumbrera de la casa y se metió la lluvia.
Estos fenómenos destruyeron la mayor parte del mundo creado y causaron la muerte de toda la población que había.
Pero Ngiba Kogi había guardado una semilla de maíz de dos granos. Se la quitaron y la sembraron y nuevamente hicieron la gran casa, el mundo. La semilla germinó y creció, con lo que reapareció la humanidad.
Pero de nuevo hubo conflictos entre las personas, por lo que Ngöbö, después de haber advertido en vano, mandó una prolongada sequía. Murió mucha gente y la humanidad estuvo a punto de desaparecer. Entonces la golondrina fue a buscar la lluvia y la trajo, evitando así la extinción de los pocos humanos que habían quedado.
Esta vez, Ngöbö encargó a Murie Däguien, 'El Dueño del Viento', que vigilara a sus semillas, a los humanos. Para entonces, éstos coexistían con seres muy grandes, con poderes especiales, a los que Murie Däguien se llevó para Kä Nägue, “La Ciudad de los Espíritus”. El clima se normalizó y esto permitió el desarrollo de una nueva humanidad, la actual.
Como puede verse, para que el mundo actual exista, debieron sucederse varias etapas, cada una de las cuales consistió en una transformación de lo creado en la etapa anterior.
Hay entonces un paralelismo entre la transformación del mundo, como el espacio habitable con las características climáticas, geográficas y de diversidad biológica que conocemos y la creación y desarrollo del ser humano, desde su origen hasta la actualidad.
El mundo existía de previo a la creación del hombre pero debió sufrir cambios para que pudiera ser apto para la existencia humana y de igual forma, el ser humano es el resultado de sucesivas creaciones y destrucciones de seres anteriores, mediante diversos cataclismos que los han ido aniquilando, para dar paso a otros, mejores en cuanto a los valores morales.
Pero Ngöbö sabe que ni la tierra ni las personas que él creó son perfectas y por eso previó una nueva transformación del universo. De ahí que los guaymíes se refieren a “la llegada de los cuatro tiempos” como una serie de acontecimientos que acabarán con el mundo actual, y por ende con la presente generación de seres humanos y que supondrán el retorno de héroes culturales, caciques, sukias y otros personajes destacados.
3. La posición del hombre en el mundo cosmos
Esta humanidad estuvo amenazada por Magata, 'La Serpiente del Mar', que se comía a la gente. Pero tras una heroica lucha, los humanos la vencieron. También resultaron victoriosos en muchas otras pruebas, gracias a su inteligencia. Motivado por estos triunfos, Ngöbö eligió al ser humano para que domine sobre los animales y sobre todos los demás seres creados por él. Pero este éxito, a su vez, significa el compromiso de vigilar, proteger y respetar a quienes va a gobernar.
Posteriormente, varones y mujeres se sometieron a una serie de pruebas que dieron como resultado una división del trabajo por sexos y la autoridad del varón sobre la mujer.
Pero por sobre el dominio del hombre está Ngöbö, quien consciente de que no puede gobernar sólo, designó ayudantes para esta tarea. Entre ellos están Besigä, quien es la mensajera de Ngöbö ante los hombres y Murie Däguien, 'El Dueño del Viento', encargado de vigilar a los humanos, pero más que nada, de vigilar que las condiciones ambientales no lleguen a amenazar su existencia .
4. Las normas de vida
Ngöbö, en su tarea de regir el mundo, procuró ordenar las conductas del hombre, principalmente, en lo referente a su relación con el medio ambiente y con los demás.
Aseguró la abundancia de recursos naturales, pero responsabilizó al ser humano de su vigilancia y protección y lo instruyó sobre su uso racional. Ordenó invocar y pedir permiso a los “dueños” de estos recursos antes de utilizarlos: pedir permiso antes de ir a cazar, a pescar o a sembrar, pedir permiso al mar para extraerle sal.
Los guaymíes aceptan que no han seguido estrictamente esta norma y que han aprovechado la naturaleza sin pedirle permiso a sus dueños. Como consecuencia sufren por el deterioro ambiental y por la dependencia que esto crea. “Ahora se le pide al gobierno, como si el gobierno fuera un dios”, dice un anciano al respecto. (1)
Recordemos que Ngöbö destruyó las generaciones anteriores, molesto por los conflictos entre las personas, por sus constantes peleas. Por eso le ordenó a la humanidad actual la solidaridad como norma de vida, norma que debe evidenciarse en el trabajo colectivo, la cooperación, la reciprocidad, la solución conjunta y armónica de los problemas.
También pidió ser honestos, valor que los guaymíes traducen en conductas como respetar los bienes ajenos, decir la verdad y guardar los secretos.
Algunas otras normas de vida que instauró Ngöbö son la obediencia, el respeto a los ancianos, la higiene y cuidado personal y la custodia del conocimiento.
5. La vida en Kä Nague 'La Ciudad de los Espíritus'
Cuando un guaymí muere, la tierra toma su cuerpo como pago por todo lo que le dio mientras vivía y su alma va a Kä Nague, 'La Ciudad de los Espíritus'. La muerte es entonces un viaje espiritual hacia ese otro mundo, Kä Nague. Este es el destino final de las almas. Ahí, un río divide la ciudad en dos. Sólo los espíritus buenos pueden cruzarlo y de esta manera quedan separados de los espíritus malos.
No sólo los muertos van a Kä Nague. Algunas personas con características especiales pueden ir ahí, para alguna celebración, o para adquirir conocimientos y liderazgo. Pero se requiere de una preparación muy intensa, porque hay espíritus muy dañinos. A Kä Nague se llega a través de un viaje espiritual, mediante el sueño, caminando sobre el mar hasta cruzarlo. En el recorrido no se puede mirar hacia los lados por el peligro que representa mirar a los seres malignos que están a los lados. También porque al entrar a Kä Nague hay que sortear una región exclusiva para los murciélagos, sumamente peligrosa.
En Kä Nague el tiempo es diferente del de este mundo. Un día de allá son muchos años en la tierra. Al regresar, cuanto nos rodea adquiere un significado diferente del que vemos. Es posible retornar de este lugar, pero el que lo hace se enfrenta a un mundo que le es desconocido, porque vuelve muchos años adelante en el tiempo, con un cuerpo diferente del anterior y ya han muerto todas las personas conocidas.
En Kä Nague no sólo viven las almas y los espíritus malignos. Ahí también está Ngöbö, los espíritus protectores de los diferentes elementos de la naturaleza y los seres con poderes especiales. Por eso, quienes regresan de Kä Nague lo hacen con muchos conocimientos.
Los caciques, sukias y héroes culturales que han regresado, comparten sus conocimientos con la humanidad. De esta manera explican los guaymíes el origen de la danza y el canto, el juego de la balsería, técnicas de cacería y agricultura, el conocimiento de las diferentes variedades de chicha, así como el origen de algunos frutos estacionales, como el marañón, la guanábana y el zapote.
Sin embargo, no todos los conocimientos más preciados fueron traídos por quienes regresaron de Kä Nague. También algunos espíritus, estando en la tierra, les han transmitido conocimientos a los hombres. Por ejemplo, Mesi Kwira, hermana del gran cacique Sami Kebedo, le enseñó a los guaymíes técnicas artesanales, así como los diseños más comunes de la artesanía guaymí.
6. Las ceremonias
La espiritualidad del pueblo guaymí se manifiesta, entre otras cosas, en la realización de diversas ceremonias, todas ellas relacionadas con el cumplimiento de las normas de vida que dio Ngöbö. Algunas señalan etapas importantes en la existencia de las personas.
Las principales ceremonias son:
- La celebración del nacimiento, que consiste en una alegre fiesta, con chichada, que como ceremonia se le hace al recién nacido, para evitar que lo ataquen las enfermedades y para desearle una larga vida.
- El grwä 'iniciación de los jóvenes', también conocido como “clarecimiento” o “claría”, se realiza en los últimos años de la infancia o a inicios de la pubertad, tanto de los varones como de las mujeres y se repite a aquellas personas que cometen delitos. Esta ceremonia se realiza en la montaña, generalmente en octubre de cada año y dura cuatro días y cuatro noches. Consiste en un castigo, al que una anciana o un anciano respetado y seleccionado por la comunidad somete a jóvenes de su mismo sexo, con el fin de instruirlos y de prevenir o corregir conductas no deseadas. Además del anciano o anciana y de los jóvenes, participan un cuidador principal y un suplente. La ceremonia finaliza con una chichada. Esta ceremonia ha variado mucho en los últimos años. En la actualidad, ya no se someten a ella quienes hayan cometido algún delito, porque éstos son castigados de acuerdo con la legislación nacional.
- En los funerales, el cuerpo se vela durante varios días, tiempo durante el cual, sólo se toma chocolate. El enterrador, suele ser seleccionado previamente. Se prefiere que a los ancianos los entierren los jóvenes, para que tomen de éstos sus cualidades y vivan muchos años y que a los jóvenes los entierren ancianos, para que se rejuvenezcan y prolonguen su vida. Los enterradores siempre son varones y se someten a una dieta especial, durante un mes, tiempo durante el que no pueden consumir ningún tipo de carnes. El muerto se entierra envuelto en hojas de bijagua, amarradas con bejucos, para acelerar la descomposición. Debemos recordar que la tierra espera el cuerpo para alimentarse de él, como pago por todo lo que le dio mientras vivía. Hay reciprocidad entre el ser humano y la tierra: ésta le da de comer al hombre, pero cuando él muere, le entrega su cuerpo para que ella se nutra de él y pueda continuar alimentando a otras personas.
- La curación de las semillas es una ceremonia que se realiza antes de iniciar la siembra de los principales productos alimenticios.
- La ceremonia a Roa se hace a inicios de la época lluviosa para evitar los truenos, es decir, para evitar que haya tormenta. Esta ceremonia puede repetirse cuando existe la amenaza de un huracán o de un fenómeno similar.
- La toma del cacao tiene como objetivo alejar los malos espíritus y las adversidades. También se utiliza para llamar a la armonía y como señal de solidaridad.
- También tienen carácter ceremonial las chichadas, el juego de la balsería y la práctica del jegui, una danza tradicional de los buglés, que llama a la armonía y a la amistad.
Nota
(1) Francisco Rodríguez Atencio. Junio del 2003. Comunicación personal.
Bibliografía consultada
COOPA. 1997. Narraciones ngäbes: revitalización de la cultura tradicional. San José, Costa Rica. Fundación Coordinadora de la Pastoral Aborigen.
Kugwe Kira Kena Degä. Historias de los tiempos antiguos: territorios indígenas ngäbe de Costa Rica. 2001. San José, Costa Rica. Fundación TUVA.
Picón, Cesar; Alemancia, Jesús y Gólcher, Ileana. Editores. 1998. Pueblos indígenas de Panamá: hacedores de cultura y de historia. Panamá, Panamá. UNESCO.
También se contó con el aporte que en diversas comunicaciones personales, hicieron las siguientes personas:
- Francisco Rodríguez Atencio
- Javier Montezuma Montezuma
- Urbano Mendoza Palacios
- Félix Santos Rodríguez
- Mario Montezuma Montezuma
- Santos González Palacios
- Feliciano Espinoza Maya
- Roberto Guerra Tugrí
12/8/07
COSMOVISION DE LA CULTURA GUAYMI
en 17:30 Publicado por Rykardho
Etiquetas: ceremonias, cosmovisión, guaymies
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