9/8/07

UNA SITUACION MUY REAL

Marzo del 2006 San José, Costa Rica Radio Feminista- FIRE
Por Yarman Jiménez y Katerina Anfossi

¿Cuándo comenzó esta historia, de la cual muchas personas e instituciones públicas ya no quieren oír hablar? ¿Qué razones encuentran para invisibilizar la violencia de la que es objeto la lidereza indígena Paulina Díaz Navas? Su historia es parte de la lucha de muchas mujeres indígenas que reclaman su derecho a la tierra, en este caso, desde un lugar remoto de la Reserva Indígena de Cabagra.

El lugar se llama Bolas, pertenece al Cantón de Buenos Aires, en la zona sur de Costa Rica. Un pequeño poblado con su pulpería, su iglesia, su plaza de fútbol, dos cantinas y la escuela con las esferas de piedra a la entrada, símbolo de la cultura y la cosmogonía de uno de los grupos indígenas costarricenses que aún sobreviven.

Allí vive Paulina Díaz Navas, bajo la custodia de la Fuerza Pública, la cual está encargada de protegerla de las amenazas de muerte que le han hecho, separada de su comunidad, sin libertad de movimiento, sentenciada al aislamiento.

Defender su tierra desde su condición de mujer, indígena y pobre, da origen al conflicto que se extiende por más de diez años, en el cual se entrecruzan sus reiteradas denuncias judiciales por la constante intromisión y deforestación de su tierra por parte de terceras personas, entre ellas su hermano, la violencia ejercida contra su cuerpo, las amenazas de muerte y el estado de desesperanza frente a la inoperancia de la ley.

Como explicara Paulina Díaz, este conflicto surgió desde que su padre les vendió a ella y su hermano, derechos proporcionales a la tierra. Al no haberse segregado la propiedad entre ellos, comenzó la usurpación de derechos e invasión de su propiedad, situación agravada por la impunidad de las personas que la amenazan, y no respetan las medidas judiciales, que les prohíben acercarse a su casa.

Según Paulina las mujeres indígenas han ido perdiendo sus tierras, lo cual las empobrece aún más. Muchos líderes indígenas varones se hacen a un lado porque están de parte de los traficantes de madera, ya que al ser reserva indígena, está prohibida la tala de árboles (con algunas excepciones, artículo 6 de la Ley Indígena, Convenio sobre Diversidad Biológica).

Como mujer indígena en resistencia se niega a la renuncia o la resignación, quizás es esto lo que incomoda a muchos, a los que quieren invisibilizarla y la consideran, en forma discriminatoria, "persona incómoda".
Y por supuesto que es incomoda para quienes quieren usurpar la tierra de los indígenas y sus cómplices.

La reserva indígena de Cabragra posee un territorio de 27800 hectáreas en la cual la posesión de la tierra se divide en un 59% en manos de indígenas (1683 personas, Censo 2000) y el restante 41% en no indígenas (670, Censo del 2000).
En la comunidad de Bolas viven aproximadamente 40 familias indígenas que enfrentan conflictos por la tierra con personas no indígenas, sin que tengan acceso a procesos judiciales justos, por la lejanía, el aislamiento y la falta de recursos económicos.
En Bolas se ha conformado una agrupación de 12 mujeres indígenas Bribri, dedicadas a la agricultura, la artesanía, la medicina tradicional y la preservación de la lengua. Paulina participa en este grupo y señaló "Las mujeres de la organización saben que soy parte de ella, aunque en estos días este alejada".

El conflicto ha tocado a la comunidad y de forma particular a las mujeres indígenas y campesinas no indígenas que se han dividido, aunque sus condiciones de exclusión sean las mismas. La red de mujeres campesinas indígenas y no indígenas que en algún momento existió, ha desaparecido.

La subordinación de género es parte del festín de los varones. Según Paulina las mujeres son utilizadas por los hombres, algunos son terratenientes, comerciantes de tierra, quienes las mandan a negociar, aduciendo que "son ellas las que tienen las necesidades y por eso negocian sus tierras"

La comunidad también se ha dividido, para algunos su defensa es válida y legítima y expresan que es hora de poner en la cárcel a los agresores, para otros, su actitud en defensa de sus derechos, es una necedad, ya que por costumbre "la tierra es de los hombres".

Paulina Díaz Navas, es una de las miles de mujeres de América Latina que sobrellevando la opresión de género, clase y etnia, ha luchado contra foráneos y propios, por su derecho a la tierra. Como mujer indígena enfrenta la desigualdad de la justicia y la costumbre, y al igual que otras mujeres en las 22 comunidades indígenas de Costa Rica, desde el aislamiento, la pobreza y la discriminación continúa.

No es posible minimizar estos hechos a un asunto particular. La usurpación de los recursos naturales de los territorios indígenas es un asunto regional. La riqueza que albergan en recursos naturales, acuíferos, mineros, en bosque primario, plantas medicinales, conocimientos ancentrales en medicina, los convierten zonas codiciadas por grupos de poder económicos.

En los últimos meses, nos llamó cada día a medida que se cerraba el plazo de la custodia concedida por el Ministerio Público, así como también movilizó a los miembros del Centro de Amigos para la Paz, y a personas que han sido sus redes de apoyo en la capital, y con las que viajamos hasta su casa en Bolas de Cabragra, "un pueblo, una tierra que la vio nacer y parece que no fuera suya", nos dice.

En 1996 Radio Internacional Feminista la entrevistó por primera vez. 10 años han trascurrido, sigue de pie, peleando por el derecho de las mujeres indígenas a ser soberanas en sus territorios y comunidades. Ese mismo año su esfuerzo fue reconocido con el premio a la Creatividad de la Mujer en el Medio Rural, dado por la Fundación Cumbre Mundial de la Mujer: Mujeres y Niños primero, concedido a mujeres que luchan por mejorar la calidad de vida en sus comunidades rurales.

Paulina Díaz Navas, lidereza indígena
En el año 1996 la líder indígena Paulina Díaz Navas recibió el premio a la Creatividad de la Mujer en el Medio Rural de la Fundación Cumbre Mundial de la Mujer: mujeres y niños primero (1), este premio es concedido a mujeres que luchan por mejorar la calidad de vida en sus comunidades rurales.

Este galardón lo obtuvo al dar a conocer en un programa de Radio Internacional Feminista, la difícil situación de discriminación que había sufrido por defender su patrimonio familiar, así como por apoyar a otras mujeres indígenas a luchar contra la discriminación y la violencia

La Fundación Cumbre Mundial de la Mujer es: " una organización humanitaria, no gubernamental e internacional, no confesional, no lucrativa, con estatuto consultivo ante las Naciones Unidas", creada en 1994, que tiene como objetivo: "impulsar la autonomía y el poder de base de las mujeres"

Paulina Navas en los años siguientes participó activamente en foros y reuniones nacionales, regionales e internacionales, en representación de las mujeres indígenas de Costa Rica.

En el año 1997, forma parte de ACONAMIC, (Asociación Consejo de Nacional de Mujeres Autóctonas de Centroamérica), que realiza su trabajo con mujeres indígenas de 8 etnias: Cabécar, Bribris, Maleku, Guaymíes, Ngöbes, Huetares, Bruncas, Chorotegas y representó a la organización en diferentes reuniones.

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