19/8/07

La ONU y la OEA piden respeto a la cultura y territorios de los indígenas

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) hizo un llamamiento para preservar cultura y tradiciones de las comunidades sobre las que pende la amenaza de la desaparición. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), instó a sus países miembros a respetar los territorios y la identidad de los pueblos aborígenes.


El relator sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de la CIDH, Paolo Carozza, urgió a los Estados a redoblar los esfuerzos para mejorar el cumplimiento de las recomendaciones de ese organismo y de las sentencias de la Corte en casos en que la víctima sea miembro de una comunidad originaria.

Además la Corte Interamericana, con sede en Costa Rica, condenó hoy el secuestro y muerte, en 1988 en Colombia, del líder indígena Germán Escué Zapata, en que se vieron implicados algunos militares.

La noticia se conoció cuando líderes de etnias colombianas deliberaban en la sede del Congreso en Bogotá, donde anunciaron su intención de crear un “Parlamento indígena” y aplicar su propia justicia a guerrilleros, paramilitares, narcotraficantes y otras personas que cometen delitos en sus territorios.

Organizaciones de indígenas y de defensa de los Derechos Humanos de Perú también pidieron la valoración de su legado cultural y espiritual.

El Consejo Indigenista Misionario de Brasil (Cimi) aprovechó para denunciar que 602 indígenas se encuentran presos en el país, lo que, aseveró que viola la Carta Magna y las leyes.

Los nativos de Guatemala, que son el 42% de los 13 millones de habitantes del país, según la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC), la más grande y radical organización indígena de Guatemala, las comunidades aborígenes siguen siendo víctimas de un Estado excluyente, debido a la "permanencia de los gobiernos empresariales y conservadores.
Organismos humanitarios aseguran que los indígenas representaron el 75% de los 200.000 muertos que dejó la guerra interna que azotó a esa nación entre 1960 y 1996.En los demás países centroamericanos, donde las comunidades originarias son muy pobres, los dirigentes de los nativos reclamaron respeto para sus tradiciones y territorios, muchos de ellos ricos en biodiversidad y recursos energéticos.

...leer mas...

17/8/07

OEA analiza en VIII Reunión, los Derechos de los Pueblos Indígenas

La Organización de Estados Americanos (OEA) comenzó en Washington la Octava reunión de negociaciones de la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, con el concepto de la libre determinación como uno de sus asuntos principales.
En la sesión de apertura, el presidente del Grupo de Trabajo encargado del tema en el Consejo Permanente, el embajador alterno de Guatemala Juan León, hizo un llamamiento a los representantes de los países miembros y los pueblos indígenas para que busquen soluciones que “reafirmen este derecho sin limitaciones”.


“Debemos agotar todos los esfuerzos para imaginarnos un futuro en que los pueblos indígenas puedan determinar y decidir sobre sus propios asuntos, con la entera libertad a lo que más convenga a su desarrollo económico, político, social, cultural, educativo, jurídico, entre otros derechos”, agregó.

León, miembro de la comunidad pueblo maya quiche, recordó que los representantes indígenas han reafirmado 'todas las veces' que la libre determinación no conlleva la visión de la cesión, ni la destrucción de la unidad territorial de los Estados. El diplomático guatemalteco mostró optimismo sobre los avances del grupo de trabajo, pero admitió que la tarea de lograr consenso en algunos aspectos de la Declaración no es fácil y dependerá de 'la flexibilidad y amplitud de criterios de todas las delegaciones'.

En la ceremonia participó Natalia Sara-pura, representante de la etnia Kolla de Argentina, quien aseguró que “la libre determinación es un derecho inherente a los pueblos indígenas”. Sara-pura instó a los miembros de la OEA a unirse al Consejo de Derechos Humanos de la ONU “en reconocer que los pueblos indígenas, como todos los demás pueblos bajo el derecho internacional, tienen derecho a la libre determinación”.

Tanto en la IV Cumbre de las Américas, celebrada en Argentina en noviembre de 2005, como en la última Asamblea General de la OEA, los gobiernos de la región subrayaron la importancia de una exitosa conclusión de este proceso, a fin de adoptar la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

...leer mas...

Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas

En todo el mundo, los pueblos indígenas están entre los más marginados y vulnerables. Como se trata de una declaración de principios y aspiraciones comunes, la adopción de la Declaración marcaría sólo el primer paso para comenzar a subsanar los prejuicios y discriminación profundamente arraigados que han llevado a violaciones generalizadas contra los derechos humanos de los pueblos indígenas en todo el mundo.


Las organizaciones internacionales de derechos humanos están ofendidas y desanimadas por la decisión del Tercer Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas de posponer la adopción de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

La Declaración ha estado en proceso de elaboración dentro de la ONU por un período de más de veinte años. La Declaración, un instrumento legalmente no vinculante, alienta a los estados y a los pueblos indígenas a trabajar conjuntamente para tratar las necesidades básicas de las personas y comunidades indígenas, incluyendo un mayor control sobre sus propias vidas, y el acceso seguro a las tierras y recursos naturales que son esenciales para su supervivencia cotidiana y para la práctica de sus culturas.

El 29 de junio, la Declaración fue aprobada por el voto de la mayoría abrumadora de los miembros del Comité de Derechos Humanos de la ONU, el organismo de derechos humanos más elevado de las Naciones Unidas.

El debate en el Tercer Comité estuvo teñido por maniobras políticas, y alegatos alarmistas acerca del potencial impacto que la Declaración podría tener. Las declaraciones de Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Estados Unidos de que la Declaración amenazaría los derechos e intereses de otros sectores de la sociedad ignoraron a sabiendas el hecho de que la Declaración sólo puede ser interpretada en relación con todo el espectro de protecciones de los derechos humanos y las obligaciones estatales existentes, lo cual se reconoce explícitamente en la Declaración misma.

Estuvo claro que las agendas políticas nacionales se antepusieron a la promoción y protección de los derechos humanos. Esta desafortunada e innecesaria decisión de no adoptar la Declaración socava el trabajo del Consejo de Derechos Humanos, el mismo organismo al que la Asamblea General ha encargado liderar la promoción de los derechos humanos.

La moción para posponer el debate fue presentada por los estados africanos, los cuales en su mayoría han estado ausentes de las extensas negociaciones que tuvieron lugar en el transcurso de las últimas dos décadas. Su moción, que fue aprobada por el Tercer Comité el martes 28 de noviembre por una votación de 82 contra 67, pide que se posponga la decisión hasta el final de la actual sesión de la Asamblea General en septiembre de 2007, para que se puedan tener más consultas. La moción ampliamente considerada como un intento para debilitar o socavar las principales disposiciones de la Declaración tal y como fue adoptada por el Consejo de Derechos Humanos.

Reconocemos los esfuerzos de los muchos estados que han trabajado apoyando la Declaración. Urgimos a otros estados a respetar la decisión del Consejo de Derechos Humanos del pasado mes de junio y comprometerse a la adopción de la Declaración en cuanto haya la oportunidad.

...leer mas...

Salvar a la Madre Tierra para salvar a la Humanidad

Evo Morales, el presidente boliviano se proyecta en el ámbito mundial como un nuevo líder político del ecologismo de los pobres, del ecologismo humano que nace del sentimiento y la experiencia indígena y su relación de respeto y amor por la comunidad natural que lo rodea: "Hay que recuperar la vivencia de los pueblos indígenas. Sólo así salvaremos a la Tierra, sólo así salvaremos a la humanidad", volvió a insistir con vehemencia.

No a los proyectos medioambientales desde arriba y desde afuera.
El Presidente de Bolivia sigue sorprendiendo. En febrero, acusó a los países industrializados de ser los culpables de los desastres climáticos que estaban estremeciendo y haciendo sufrir a los pobladores de las tierras bajas de su país que se inundaron producto de un recrudecimiento del fenómeno de El Niño. Luego, en Japón, anunció su propuesta de renunciar a la guerra como un mecanismo para la resolución de los conflictos internacionales y la búsqueda de una paz duradera en base a la justicia y a la equidad.

Hace unos días, en un discurso pronunciado en la amazónica ciudad de Guayaramerín, insistió ¿al menos en tres ocasiones? sobre que ya es tiempo de acabar con las imposiciones en materia de protección al medio ambiente que vienen "desde arriba y desde afuera" y que son los pueblos indígenas y los campesinos los señalados para llevar adelante las políticas de protección de la naturaleza en países como Bolivia , ante todo porque "ellos saben cómo hacerlo" y porque la biodiversidad es una herencia que recibimos de su saber, costumbres y usos tradicionales.

Nada más cierto: Bolivia es uno de los países con mayor diversidad biológica del mundo, gracias al arraigo y supervivencia de más de treinta culturas andino-amazónicas que no solamente han protegido y conservado la naturaleza de sus variadas regiones de vida sino que, con sus conocimientos aplicados al desarrollo biotecnológico, han aportado al conjunto de la humanidad incuestionables y muy valiosos descubrimientos. Sin ir más lejos, unas 4000 variedades de papa, el tubérculo que tras ser transplantado a la fuerza, salvó de la hambruna de manera recurrente y por siglos a los pobladores de la Europa conquistadora.
Nadie, hasta ahora que se sepa, agradeció. ¿Ni hablar de pagar por los derechos que corresponden a los habitantes originarios de los Andes y sus herederos históricos por semejante hallazgo nutritivo y vital? En contrapartida, los pobladores pobres de Bolivia y de todo el continente americano pagan patentes y regalías cada vez que consumen productos Made in USA ¿Obligados por la compulsión que promueve la publicidad consumista del capitalismo con productos tan “nutritivos” como la Coca Cola?

Esas asimetrías de base económica y negación cultural deben cambiar. En eso, parece estar empeñado Morales. Evo, ha destacado que "salvar a la naturaleza es salvar a la humanidad" pero que, de una buena vez en la historia, el mundo industrializado debe reconocer los esfuerzos pasados y presentes de los pueblos originarios en la preservación ambiental y la conservación de la diversidad biológica del planeta.
El presidente boliviano se proyecta en el ámbito mundial como un nuevo líder político del ecologismo de los pobres, del ecologismo humano que nace del sentimiento y la experiencia indígena y su relación de respeto y amor por la comunidad natural que lo rodea: "Hay que recuperar la vivencia de los pueblos indígenas. Sólo así salvaremos a la Tierra, sólo así salvaremos a la humanidad", volvió a insistir con vehemencia.
Lo hizo en el marco de la inauguración de un foro donde por primera vez en la historia democrática del país, el gobierno con sede en La Paz, impulsa un debate franco y abierto sobre las visiones y condiciones para propiciar el desarrollo armónico de la Amazonía, una región que ha sufrido saqueo de sus recursos naturales y el genocidio de sus pueblos indígenas originarios a lo largo de siglos. Fue en la referida ciudad de Guayaramerín, el pasado día 18 de julio del 2007.

El foro prosiguió sus sesiones hasta el día 19, cuando se leyó la llamada "Declaración de Guayaramerín" que incita a cerrar las heridas de la historia, "tanto las que enlutaron a nuestros pueblos indígenas y comunidades campesinas, como las que degradaron y saquearon nuestra naturaleza y nuestra biodiversidad". Toda una declaración de principios encerrada en una frase.

Los porqué de la insistencia del Presidente Morales contra el repertorio de discursos, visiones y proyectos que vienen "desde arriba y desde afuera", empezó a quedar clara cuando tras su intervención, le tocó el turno a su ministro político, el sociólogo Juan Ramón Quintana, quien exhibió ante la concurrencia una copia de la llamada Iniciativa de Conservación de la Cuenca Amazónica (ABCI, por sus siglas en inglés), un rosario de proyectos que impulsa y financia la agencia norteamericana para la cooperación internacional, más conocida mundialmente como USAID.

Quintana afirmó con referencia al ABCI que hubiera sido el "decálogo medioambiental perfecto" hace diez años cuando en Bolivia dominaban los partidos políticos que aceptaban mansamente las recetas neoliberales impuestas por los organismos financieros internacionales y sometían la realidad a las fuerza bruta e insensible del mercado y el capitalismo salvaje. Sin embargo, aclaró, Bolivia está cambiando y una propuesta como el ABCI que busca la internacionalización del territorio amazónico "suprimiendo la responsabilidad del Estado" ya está superada por los hechos y por la nueva dinámica democrática, cultural y socioambiental que se impulsa a partir del gobierno encabezado por Evo Morales, no por casualidad el primer indígena que ocupa la más alta responsabilidad política del país en más de 185 años de vida republicana. "Es una hipoteca de la región amazónica que no vamos a aceptar, puro imperialismo ecológico", remarcó.

El foro fue convocado por el ministerio encabezado por Quintana, a través de su viceministerio de descentralización, para iniciar un proceso de debate, presentación y concertación de propuestas y proyectos que sirvan de base para la elaboración de una estrategia y una política de estado para un desarrollo armónico y no destructivo de la Amazonía, con la participación y beneficio prioritarios para aquellos que fueron marginados de manera permanente. Contó con la participación, entre otros, de la totalidad de los movimientos y organizaciones indígenas y campesinos de la región, incluyendo también a intelectuales y empresarios progresistas.

La Amazonía boliviana ocupa el sector norte del país, desde los contrafuertes orientales y selváticos de la cordillera de los Andes hasta la cuenca de los grandes ríos, el Beni, el Mamoré, el Madre de Dios y el Abuná, que juntos dan cauce al gran río Madera, uno de las afluentes principales del río Amazonas.

Precisamente en el río Madera, aguarda un desafío a la gestión de cambio del presidente Morales ya que el gobierno brasilero que encabeza Luís Ignacio Lula da Silva anunció su intención de construir varias represas a lo largo de su curso, cuyo tramo superior comparte como límite arcifinio con Bolivia.

Movimientos sociales y ecologistas del norte amazónico boliviano ya se han pronunciado en contra de la construcción de las mismas ya que señalan que el daño ambiental que producirían a los territorios, el ecosistema y la población amazónica seria irreversible. El ministro de obras públicas de Bolivia, Jerjes Mercado, presente también en la cita de Guayaramerín, aseguró que mientras no se lleve adelante un estudio de impacto ambiental estratégico y específico sobre los impactos negativos de las represas, el gobierno no avalaría las obras, lo que provocó el aplauso sostenido de la concurrencia.

El encuentro de Guayaramerín parece querer abrir un proceso irreversible en este nuevo capítulo de la historia boliviana, marcado por la presencia decisiva de los movimientos sociales e indígenas en el centro de gravedad del escenario político y cultural del país. La voluntad política expresada por Evo Morales de impulsar el desarrollo conciente de la región más olvidada del país parece también reflejarse en las ansias recobradas de justicia de parte de la población amazónica.

La nueva historia de la Amazonía boliviana recién empieza a escribirse. Será cuestión de estar atentos a lo que viene, tomando en cuenta la importancia global que la región asume de cara al futuro y al bienestar del mundo entero.

...leer mas...

Indígenas de Boruca y Rey Curré buscan rescatar un lenguaje perdido en el tiempo

Las comunidades indígenas Boruca y Rey Curré de Costa Rica, integrada por unos 2.500 habitantes, busca, como parte de una estrategia de conservar su cultura e identidad, rescatar la lengua brunca, perdida por el paso del tiempo y la influencia colonizadora.
Incrustada en las montañas del Pacífico sur costarricense, Boruca y Rey Curré, pertenecientes al pueblo Brunca, es un pequeño territorio de 12.400 hectáreas, cuyos fundadores se vieron obligados a esconderse allí para escapar de la conquista española.

La subsiguiente colonización llegó con el tiempo hasta este recóndito lugar y las formas hispanas se impusieron en detrimento de las costumbres y tradiciones de los Brunca, que perdieron el uso de su lengua, que ahora sólo conservan los ancianos.

Para revertir la situación, se ha incorporado a la escuela del pueblo un grupo de 12 maestros, 10 de ellos indígenas y uno con dominio del brunca, tras superar los trámites burocráticos para cumplir con todos los requisitos del Ministerio de Educación, según explicó Mario Lázaro, director indígena del centro, durante un recorrido por el sitio.

"No ha sido fácil porque hay algunos inconvenientes con el Gobierno. El pueblo apoya la iniciativa y se ha visto que los niños ahora hablan brunca en la calle, lo que es un gran progreso y un fortalecimiento de la cultura", afirmó Lázaro.

Además, los maestros imparten clases de brunca a los adultos para fortalecer la lengua y para que los niños practiquen también en sus casas.Sin embargo, luego de terminar la primaria los borucas que asisten a la secundaria deben ir a colegios públicos comunes donde la educación indígena es nula.

"Estamos viendo posibilidades de que en la secundaria se dé un proceso de seguimiento. Ahí el Gobierno tendría que meterle más ganas y dinero al programa de educación indígena", declaró el educador.

Otra iniciativa para fortalecer la identidad de la comunidad es el cambio del nombre de la escuela por uno de un héroe indígena, ya que en la actualidad se llama Doris Z. Stone, una arqueóloga estadounidense que llegó a Boruca en la década de 1940 y donó materiales para la escuela.Los borucas no quieren que la escuela lleve el nombre de quien consideran expolió el patrimonio arqueológico de la comunidad y aparentemente sustrajo decenas de piezas de oro, jade y alfarería que encontró en sitios funerarios.

En la escuela, fundada en 1887, estudian 220 niños, quienes también cuentan con un profesor de artesanía autóctona para preservar la tradición y que se convierta en un medio de sustento económico.

...leer mas...

La fuerza étnica de Abya Yala de América del Sur

La población indígena sudamericana es de 18,2 millones de habitantes, con porcentajes que en los casos de Bolivia, Perú y Ecuador oscilan entre el 30 por ciento y 50 por ciento de sus poblaciones totales. La importancia cultural, política y económica de esta población indígena fue y es sistemáticamente soslayada por las elites gobernantes de la región. En Sudamérica alrededor de 15 millones de personas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay y Perú) hablan su lengua nativa.


Densidad poblacional.
Sudamérica es una región que cubre 17,7 millones de kilómetros cuadrados, abarcando 12 Estados y una colonia francesa en la Guyana. Contiene una población de 376,5 millones de habitantes que representa el 6 por ciento de la población mundial. Aunque, en conjunto, la densidad de la población sudamericana es de 17 habitantes por kilómetro cuadrado, la mayoría de ella se concentra en torno a los centros urbanos.

Lenguas nativas.
Según un reporte difundido por el Instituto de Geofísica de la Universidad Autónoma de México, las principales lenguas nativas sudamericanas en poblaciones mayores a los 100.000 habitantes por etnia son: Quechua (Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Chile, Argentina): 12,5 millones de hablantes. Aymará (Bolivia, Perú, Chile, Argentina): 2,2 millones. Mapuche (Chile, Argentina): 989 mil. Guajiro (Colombia, Venezuela): 297.456. Paez (Colombia): 14 mil hablantes.

Guaraní- Postula al Mercosur.
A esta lista habría que añadir la importante población guaraní, cuya lengua se practica entre poblaciones nativas de raíz étnica común en Paraguay, Bolivia, Argentina, Uruguay y Brasil, abarcando un total de 90 mil hablantes, sin contar el Paraguay, cuya Constitución Política del Estado lo adoptó como idioma oficial y donde paradójicamente la población aborigen no pasa del 1,5 por ciento. De hecho este idioma nativo se postula también como lengua oficial del Mercosur.

Informe Desarrollo humano.
Según el estudio del Banco Mundial "Pueblos indígenas, pobreza y desarrollo humano en América Latina: 1994-2004", los pueblos autóctonos sudamericanos viven una realidad común de marginalidad y pobreza, aspectos que se traducen en unos bajos indicadores de desarrollo en educación o la salud.

La lucha por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas fue abanderada por los congresos indigenistas interamericanos, que arrancaron en 1940 en Pátzcuaro, México.

...leer mas...

OBLIGACIONES DE LOS GOBIERNOS CON LOS PUEBLOS ABORIGENES

INFORME DE CEPAL 2006
La población indígena en la región supera los 30 millones de personas y presenta una gran diversidad en términos de volumen y distribución territorial, de acuerdo a informe.
América Latina se caracteriza por ser una región pluriétnica y pluricultural. En la actualidad existen 671 pueblos indígenas reconocidos por los Estados, los que presentan una diversidad de realidades territoriales y demográficas, y poseen diferentes estatus sociopolíticos dentro de los países donde se asientan.

La irrupción de los pueblos indígenas como activos actores sociales y políticos se ha constituido como uno de los fenómenos más sobresalientes de los últimos veinte años en América Latina y en el mundo, y tendrá impactos de larga duración en las democracias de la región. Sin embargo, el común denominador es la discriminación estructural que les afecta, que se expresa en marginalidad, exclusión y pobreza.

De acuerdo con el informe de la CEPAL Panorama Social de América Latina 2006, dado a conocer recientemente, se estima que la población indígena de la región supera los 30 millones de personas (según censos de 2000). Perú, México, Bolivia y Guatemala son los países que tienen más población indígena, fluctuando entre los 8,5 y 4,5 millones, mientras que en Nicaragua, Honduras, Argentina, El Salvador, Panamá, Paraguay, Costa Rica y Uruguay la población indígena no supera los 500.000 habitantes.

Asimismo, si bien las poblaciones indígenas son en su mayoría rurales, actualmente es posible encontrar desde pueblos en aislamiento voluntario hasta asentamientos mayoritariamente urbanos, e inclusive transnacionales. En su informe, la CEPAL presenta un panorama sociodemográfico de los pueblos indígenas, con un análisis inédito en la región, que considera las inequidades en términos de la violación a los derechos humanos individuales y colectivos. Estos últimos se agrupan en las siguientes categorías: derecho de no-discriminación; derecho a integridad cultural; derechos de propiedad, uso, control y acceso a las tierras y recursos; derecho al desarrollo y bienestar social; derechos de participación política, consentimiento libre, previo e informado.

Además se constata que son poblaciones con estructuras por edades más "jóvenes" que los promedios nacionales, con mayores niveles de fecundidad y tasas más elevadas de mortalidad en la infancia y en la niñez, lo cual conlleva la necesidad de que las políticas públicas se diseñen a partir de las especificidades demográficas, culturales y territoriales de los pueblos, dice la CEPAL.

Como parte de este proceso, se ha llegado a un estándar internacional de derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas, generando nuevas obligaciones para los Estados, como: reconocer, promover y garantizar estos derechos; y, diseñar las políticas públicas atendiendo a este nuevo estándar, estableciendo mecanismos de evaluación que permitan determinar su cumplimiento.

La información disponible también demuestra el vínculo indisoluble de los pueblos indígenas con el territorio, dado que sus asentamientos se encuentran principalmente en las regiones de sus tierras ancestrales. Sin embargo, la pobreza, la invasión de colonos y las presiones de empresas nacionales e internacionales sobre sus tierras, los lleva a migrar fuera de ellas, inclusive traspasando fronteras nacionales.

Finalmente, la CEPAL recalca que, a inicios del siglo XXI, el desafío para la construcción de democracias pluriculturales consiste no sólo en la eliminación de las inequidades, sino también en reconocer efectivamente el aporte de identidad, cosmovisiones, raíces y humanidad de los pueblos indígenas de la región.

...leer mas...

15/8/07

PAPA BENEDICTO XVI OFENDE A LOS INDIGENAS

Dirigentes indígenas de Brasil dijeron que estaban ofendidos por los "arrogantes e irrespetuosos" comentarios del Papa Benedicto XVI, quien afirmó que la Iglesia Católica los había purificado y que el resurgimiento de sus religiones sería un paso atrás. En un discurso dirigido a obispos de América Latina y el Caribe al finalizar su visita a Brasil, el Papa dijo que la Iglesia Católica no se había impuesto sobre los pueblos indígenas de América. En cambio, dijo el Pontífice que las comunidades indígenas brasileñas dieron la bienvenida a la llegada de sacerdotes europeos en tiempos de la conquista como si hubiesen estado "esperando silenciosamente" el Cristianismo.

"Es arrogante e irrespetuoso considerar nuestra herencia cultural secundaria a la de ellos," expresó Jecinaldo Satere Mawe, jefe coordinador del grupo indígena amazónico Coiab.
Se cree que millones de indígenas murieron como resultado de la colonización europea respaldada por la Iglesia Católica, por medio de masacres, enfermedades y esclavitud, desde que Cristóbal Colón llegó a América en 1492. Hoy, muchos indígenas luchan por sobrevivir, desarraigados de sus estilos de vida tradicionales y excluidos de la sociedad.

Varias agrupaciones indígenas enviaron una carta al Papa para pedirle su respaldo en la defensa de sus tierras ancestrales y su cultura, indicando que los indígenas habían sufrido un " proceso de genocidio" desde la llegada de los primeros invasores europeos.

Los sacerdotes bendijeron a los conquistadores mientras llevaban adelante guerras contra los pueblos indígenas, pese a que algunos los defendieron más tarde y hoy en día muchos son los aliados más enérgicos de los grupos nativos.

"El Estado usó a la Iglesia (Católica) para hacer el trabajo sucio en la colonización de indígenas, pero ellos ya pidieron perdón por eso (...) ¿y ahora el Papa está desmintiendo las palabras de la Iglesia?," dijo Dionito Jose de Souza, líder de la tribu Makuxi, del Estado de Roraima.

En 1992, el fallecido Papa Juan Pablo II habló sobre los errores cometidos en la evangelización de los pueblos nativos del continente americano.

...leer mas...

GENOCIDIO INDIGENA

Rodolfo Stavenhagen, el relator sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, presentó en este año 2007 su informe anual al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en donde denuncia la grave situación que afecta a los miembros de los pueblos originarios.

Según Stavenhagen, se han recogido denuncias que hablan sobre la existencia de "ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas, detenciones arbitrarias y amenazas", muchas de las cuales "tienen lugar en el marco de la defensa que hacen las comunidades y organizaciones indígenas de sus tierras, recursos naturales y territorios ancestrales".

Stavenhagen señaló la existencia de este tipo de casos en Chile -país en el que se utilizó el marco de la ley contra el terrorismo para procesar a un activista mapuche-, en México, donde se acusó a un indígena de terrorismo por una situación similar, y también en otros países de Latinoamérica.

Asimismo, el relator señaló que Guatemala y Filipinas son los dos países que presentan el número más elevado de indígenas asesinados en relación a la defensa de sus derechos.

Para Stavenhagen, es posible afirmar que se está cometiendo un "genocidio a pequeña escala" contra los indígenas, que se ven amenazados por los intereses del sector petrolero, minero y maderero.

El relator también resaltó el problema que le significaba la privatización del agua a los pueblos originarios –ya que limitaba enormemente su acceso al recurso- e hizo hincapié en los inconvenientes que tenía la explotación de los recursos naturales del subsuelo, que han causado "efectos devastadores en los pueblos indígenas", según explica en su informe.

...leer mas...

INDIGENAS EXIGEN INTEGRACION

Alrededor de medio centenar de delegados, en representación de los pueblos indígenas de Sudamérica, y junto a expertos internacionales en temas de integración y derechos económicos, sociales y culturales, ultimaron la propuesta final que será puesta en la mesa de debate en el marco de la Cumbre Social por la Integración de los Pueblos, una vez sea inaugurada en el Instituto Americano.

Más de 200 líderes indígenas de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Guatemala, Paraguay y Venezuela; además, de un panel de parlamentarios indígenas consensuarán las propuestas de integración que serán entregadas el próximo viernes a los presidentes sudamericanos para ser incluidas en la Declaratoria de Cochabamba de la II Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones. Los representantes de los pueblos indígenas, durante el taller internacional "Integración en América del Sur Desde la Mirada de los Pueblos Indígenas", que se llevó a cabo en la Casa Campestre de Piñami entre el lunes y el martes, han trabajado en la elaboración de un pronunciamiento que propone que la integración no sea tomada en cuenta como un hecho de integración de infraestructura física, caminera, energética o comercial, sino que tiene que ser una integración donde se tomen en cuenta los derechos de los indígenas.

Importancia
Gustavo Soto, director de la Unidad de Investigación del Centro Latinoamericano de Ecología Social (Claes), recordó que los derechos indígenas están contemplados en varios instrumentos internacionales como el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que indica que todo desarrollo económico que provenga con la integración tiene que ser respetuoso de dos grandes ejes temáticos: los derechos ambientales y los derechos de las comunidades de los pueblos indígenas, porque casualmente todos los ejes de integración atraviesan por los territorios y por las tierras de comunidades indígenas. "Hasta hoy, en todas las Cumbres, los pueblos indígenas han sido obviados de la agenda presidencial. A partir de la elaboración de las propuestas de los pueblos originarios de América esperamos que también seamos tomados en cuenta por los Estados", dijo Soto.

Por su parte, el coordinador del Colectivo de Estudios Aplicados al Desarrollo Social (Ceades), Henry Tito, indicó que los presidentes sudamericanos tienen el reto de que las propuestas de la sociedad civil sean incorporadas en la visión general de la integración. "Las propuestas que saquen los pueblos indígenas van a incidir sobre los propios gobiernos. Toda integración debe ser escuchada por los presidentes", aseveró Tito. William Carupia, representante de la Organización Indígena de Antioquia de Colombia, resaltó la importancia de la integración de la diversidad cultural del continente. "Creo que hay una riqueza inmensa en la integración cultural de los indígenas. A partir de ese punto podemos profundizar nuestra integración regional", puntualizó.

El cavineño de Bolivia Egberto Tabo, coordinador general de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) con sede en Quito, indicó que más de 2 millones de habitantes que habitan alrededor de 300 pueblos indígenas con diferentes culturas y nacionalidades no son tomados en cuenta por los presidentes para determinar los derechos que corresponden a cada pueblo. "Los Estados deben tomar en cuenta que existen muchas normas jurídicas que reconocen a los pueblos indígenas y que reconozcan los derechos. Creemos que vamos a trabajar para que los Estados puedan plantear políticas nacionales donde estén incorporados los derechos para buscar el desarrollo de los pueblos indígenas. Desde la Coica estamos trabajando que haya un plan estratégico a mediano y largo plazo con relación a los pueblos indígenas", adelantó.

Piden consultar decisiones
El peruano Miguel Palacín, presidente de la Coordinara Nacional de Comunidades Andinas Indígenas (COAI), pidió a los Estados regionales que trabajen en una apertura libre con los pueblos indígenas para confrontar de cara a cara los acuerdos que suscriben inconsultamente. "Durante muchos años, los gobiernos han estado firmando convenios internacionales, económicos y políticos sin consultar a los pueblos indígenas, pero a partir de las conclusiones de este Foro Internacional vamos a pedir que haya un desarrollo respetando nuestros derechos y que se nos tome en cuenta en las decisiones que vayan a ejecutar", señaló Palacín.

La palabra integración indígena debe ser oída con suma atención por los gobernantes.

...leer mas...

LEYENDAS Y TRADICIONES BORUCAS

Alberto Sibaja Alvarez en Sibowak.com
En agosto de 1986 cayó en mis manos un hermoso libro titulado “Leyendas y Tradiciones Borucas” editado por la Universidad de Costa Rica y escrito por el doctor Adolfo Constenla Umaña y su informante nativo, Espíritu Santo Maroto Rojas.

Dentro de sus reveladoras páginas, tropecé varias veces con un singular enunciado boruca: “Nuestros antepasados trabajaban la piedra como hoy nosotros trabajamos el barro”

Los cronistas aborígenes de Boruca, afirman que un grupo de chamanes de su antigua estirpe, se ocultó (a la llegada de los españoles) en la ciudad mágica de Chánguena, no sin antes proteger sus tesoros en las montañas, cubriéndolos con “una mano de piedra”

He pensado que de la ambiciosa interpretación dada posteriormente por criollos y mestizos, a esta hermosa leyenda, viene la ingrata idea de los tesoros ocultos dentro de las esferas del Diquís, y en consecuencia la salvaje destrucción de innumerables monolitos esféricos.

Pero cuando leía tan maravilloso libro, no pensaba en esferas. De las cuales se conoce, a través de la evidencia arqueológica y geológica, que fueron esculpidas en granito sólido, por medio de las ancestrales técnicas de picado y abrasión. Basta con poner sobre la superficie de una esfera prehispánica, un trozo de manta o papel y rayar con carbón o grafito para ver el rastro de la metódica pica ancestral.

Sin embargo son numerosos los adeptos a la teoría del “proto-cemento”. Esta idea enfatiza que los ancestros de los Bruncas utilizaron esta mezcla mágica para elaborar sus redondas esculturas. Ellos piensan que los pretéritos Borucas usaron un corazón de granito y redondearon la obra con este “proto-cemento”. Como prueba de ello señalan el desprendimiento en capas o exfoliación que sufren las esferas abandonadas.

Lamentablemente he visto muchas esferas precolombinas partidas a la mitad, por la dinamita de la ignorancia y en ninguna de ellas he podido observar capa alguna del mencionado “proto-cemento”. ¡Del núcleo a la periferia son de granito sólido!
Con respecto a la exfoliación diré que esta es una propiedad del granito sometido a cambios bruscos de temperatura. No desecho la idea del “proto-cemento”, pero no la considero viable en la manufactura antigua de las esferas.

El concepto Boruca: “Nuestros antepasados trabajaban la piedra como hoy nosotros trabajamos el barro” me viene a los sentidos cuando observo los imbricados metates de piedra que exhiben los museos de mi país, y pienso en como aplicar tan extraordinaria noción, a mi especialidad artesanal: las máscaras.

Soy por oficio artesano en piedra y puedo decirles sin pena, que esas piezas (metates) sobrepasan mis posibilidades de producción, pese a poseer moderna herramienta especializada.
Pero volviendo a los Borucas… Trece meses después de leer aquel libro y, gracias a un gran amigo, compañero de aventuras y apasionado montañista, don Jorge Venegas. Conocí, bajo un torrencial aguacero de septiembre, a Rafael Fernández, nombre bautismal de un indígena de nación Brunca, a quien el destino y la sobre-vivencia lo llevaron a ejercer múltiples ocupaciones: tractorista, agricultor, baquiano, huaquero y por último experto en la fabricación de máscaras en madera de balsa, legendaria tradición de su pueblo natal. Curré.

En una de mis visitas a su aldea le pregunté:
-¿Rafael… cómo es eso de que los antiguos Borucas, trabajaron la piedra a la manera del barro?
-Mi abuela Isolina, contaba muchas historias de nuestros antepasados, -respondió Rafael desde su hamaca, en tanto cruzaba sus manos detrás de la cabeza- Cuando la viejita nos contaba aquellas memorias, se refería a nuestros antepasados diciéndoles “Los Indios”. Los indios hicieron esto, los indios construían casas de tal manera, los indios bailaban así… Un día le dije: Mama, porqué les dice a los abuelos de los abuelos. “Indios” ¿acaso no todos aquí lo somos?
-Ya no mijito, ya no. Desde que llegaron los misioneros y nos bautizaron a todos, dejamos de ser indios. Desde que olvidamos nuestra lengua, dejamos de ser indios. Desde que abandónanos nuestras tradiciones, dejamos de ser indios.
-¡Entonces abuela!... ¿qué somos?
-Somos pobres… tan solo gente pobre. –Respondió mi viejita, secándose con la mano sus grandes lagrimones.

El chiquillo que era yo, no entendía por qué lloraba la abuela Isolina. Total era mejor ser pobre que indio.

Pero en la escuela de maestros blancos, siempre fuimos los pobres indios y por nuestro bien nos obligaron a olvidar los cuentos caducos de los ancianos. Allí nos enseñaron que nuestros antepasados fueron paganos, gente mala, sin temor a Dios, que se complacían en los sacrificios humanos y vanas adoraciones. Por eso nos prohibieron hablar nuestra lengua y manifestar de cualquier forma nuestras costumbres.

Les digo esto para que no me juzguen mal, por lo que le voy a contar después. Y tenga usted paciencia don Alberto porque no he olvidado su pregunta de la piedra y el barro.
–Remarcó Rafael, notando quizá algún acento de impaciencia citadina en mi semblante.
-Ya grande y con hijos, me tocó a mi llorar las mismas lagrimas de la abuela- continuó Rafael- y hoy me arrepiento por no haber respetado la memoria de “Los Indios”.

El copioso chaparrón cedió su lugar al húmedo calor de las tres de la tarde. Los nubarrones grises se apartaron y el sol retomó su imperio de luz. Rafael se levantó de su hamaca haciendo crujir los horcones de su pequeño rancho, salió a orinar detrás de un árbol de balso y regresó con una tinaja de agua fresca y sendos guacales que colocó en el piso de tierra, cerca de nosotros. Luego agarró de por ahí un prospecto de máscara y su única herramienta: un trozo de segueta afilada. Regresó a su hamaca y en tanto continuaba con su inolvidable historia, aprovechó para sacarle la cara a un temible diablo boruca que dormía en la madera, blanca, liviana y dócil de la balsa.
-Yo nací en el monte- continuó diciendo en tanto soplaba las virutas de la futura careta- y desde niño salí con mi padre a cazar la comida de mi familia, así conocí la selva y en ella los lugares donde los indios paganos enterraban a sus muertos.

Luego me fui a estudiar al Liceo de Palmar Sur. Estaba decidido: De una buena vez y para siempre, dejaría yo de ser indio y pobre. Paradójicamente mi contacto con los libros de los blancos, me hicieron más indio y más pobre.

Más indio porque descubrí a los olmecas, mayas, aztecas, incas y demás culturas precolombinas. Además descubrí aspectos de mi propio pueblo, que la mordaza cultural a que fuimos sometidos, me impidió conocer de boca de mi propia gente.
Más pobre porque ya no tenía deseos de insertarme en la cultura de los conquistadores.

Rafael sopó con vigor la máscara y nos mostró orgulloso el avance de su trabajo. Ojos, nariz y una monstruosa boca emergían de la madera.

Yo me preguntaba en mis adentros: ¿Cómo es posible que echado sobre esa hamaca, pueda manejar con tal destreza tan improvisada gubia? Luego de una larga pausa, el boruca reanudó su relato.
-Recuerdo que en mis tiempos de estudiante llegaban muchos gringos y gente de ciudad. Buscadores de tesoros indígenas.
Todos en el Colegio de Palmar Norte (excepto yo mismo) sabían que Rafael Fernández, era Boruca. El único indio que estudiaba allí. De tal manera, cuando los visitantes buscaban pistas para acercarse a sus pretendidos tesoros, todos les decían: Pregúntenle al indio.
La verdad: pagaban muy bien. Tan bien que abandoné en el último año mis estudios de bachillerato.

Yo los llevaba a los lugares selváticos, que conocí de cacería con mi padre, y les ayudé a desenterrar esferas de piedra y viejos sepulcros. No me importó hacerlo. Aunque les digo que no fue fácil acallar los reclamos en mi conciencia y los de la finada abuela Isolina. Pero con lo que me pagaban por una jornada, mi familia comía un mes. Mi padre estaba muy enfermo, trabajaba fumigando para la bananera. Yo era el mayor de nueve hermanos. El viejo murió y ya no había marcha atrás. Pronto mi fama se extendió, y todo el mundo me conocía como: “El huaquero de Curré”

Recuerdo que en una de esas tantas y tantas veces que llevé gente blanca, buscadores de tesoros, a los bajos del Térraba, empezamos a escarbar en un lugar nombrado por mi abuelo como: “Los dominios de Cuasrán”. Reconocí por ciertos montículos en la zona, que el lugar era apto para que aquellos ambiciosos cavarán. Y como quiera que la experiencia me había enseñado, que para sacarle mayor provecho a aquellas excursiones, debía servir no tan solo de guía si no además de brujo, pues jugué de hechicero también.
Ese oficio me obligó a inventar una exótica danza, con plumas, maracas, chilindrinas y demás, sin obviar, por supuesto mi máscara boruca y el bastón sagrado que perteneció a mi abuelo.

Al final de aquel descoordinado bailoteo, en mi supuesto éxtasis místico, arrojaba yo, con gran ceremonia y estilo aborigen, una lanza al aire. La punta de pejibaye de mi lanza ritual, ya en tierra, señalaría el lugar de la excavación, ¡la equis del tesoro!
Lo que no entendía claramente en aquellas épocas de brujo simulado y profanador de tumbas, es que de 10 lanzamientos, ¡8 señalaron el lugar exacto! Ya me estaba creyendo yo que en verdad poseía algún poder especial, heredado por mi abuelo, quien según Isolina, era un chamán de verdad. Luego tuve que admitir lo siguiente: Donde quiera se escarbe en el Diquís, se encontrarán tesoros.

Esa tarde los buscadores de reliquias palearon con entusiasmo, mientras yo por dentro, me reía de ellos burlándome de su necia ambición. Mi risilla interior se cortó de cuajo cuando los escavadores toparon, a menos de un metro del suelo, con una lapida fúnebre. ¡Era grandísima! Casi dos metros de alto por unos 68 centímetros de ancho. Decorada en los bordes con figuras de aves, lagartos, monos, cabezas humanas y jaguares.
Pese a que mis compromisos, como brujo y guía de montaña eran claros:
1) Me pagan por adelantado;
2) Los llevo al sitio;
3) Les indico donde cavar;
4) Luego del tour, los regreso al hotel.
5) No me participan de los tesoros encontrados. (Casi siempre son tiestos cerámicos; algunas tallas de piedra y una que otra orfebrería) En cambio si son buenos en oro, recibo una buena propina.

Esta es la rutina básica del huaquero indio. Pero esta vez mi interés se desbordó al contemplar el tamaño y la belleza de aquella lápida. Entonces me puse a hacer lo que nunca hacía: ¡les ayudé a cavar y a sacar la tierra del foso!

El gringo, quien pagaba la expedición (luego supe que era alemán, pero aquí a todo extranjero rubio le decimos gringo) se emocionó mucho ante el hallazgo y dijo a sus dos compañeros. Quienes eran extranjeros, ¡que sé yo de donde!, pero solo hablaban español.

La cosa es que les habló diciendo:
-Por las inscripciones y el tamaño de esta tapa, debajo, les aseguro, encontraremos los despojos humanos de un rey, pero sus tesoros estarán intactos, porque el oro no se corrompe. -Todos brindaron con el güisqui del gringo y en el merecido descanso fantasearon con lo que harían con la fortuna. A mi solo me interesaba la propina grande que de fijo recibiría.

Pero el hueco era muy hondo, y la tierra no se acababa. En cambio se agotó: el tabaco, el licor, la paciencia y la luz del día. Esto tenía a mis clientes nerviosos e irritables. Tocó prender hoguera, lámparas y seguir trabajando. Aunque para esas horas, el único que trabajaba, era el pobre indio, mientras los otros dormían su borrachera. Yo seguí paleando sobre tierra roja, fangosa y pesada. De pronto la pala tropezó con otra lápida de piedra, un poco más pequeña, sin ornamentos ni gloria y definitivamente más delgada, porque mientras probaba el eco, golpeándola con los nudillos de mi mano izquierda, se me partió en dos y caí de culo en el fondo de la fosa oscura.
Mis desesperados gritos por fin despertaron a los ociosos, quienes bajaron apresurados con sus lámparas de mano.

Abajo, los impacientes ases de luz cruzaban la fosa de lado a lado, pero nadie veía nada. El gringo gritó: -¡Dejen quietos los focos! Apúntenlos aquí- y dirigió la luz de su linterna a la pared más tenebrosa del nicho. Luego de un silencio expectativo nuestros ojos se adaptaron a la oscuridad. Afuera, en el cielo, una luna casi llena ayudó a ver. Debajo de mis pies y pisando un esqueleto a la altura del esternón, de quizá uno de mis lejanos abuelos, yacía el gran rey. El gringo me apartó con violencia y todos dirigieron sus luces hacia la osamenta.

¡Pero no había oro en ella! Ni a la par, ni a los lados, ni arriba, ni abajo. Solo encontramos un delgado brazalete de cobre ennegrecido, pegado al tobillo izquierdo del miserable difunto. A los pies, una bola de piedra como así (unos 40 cm. de diámetro por el gesto) y por allí un metate pequeño, de tres patas, labrado con espectacular maestría. Sobre su cóncavo lomo descansaba solitaria una vasija de barro.

Los caza-fortunas buscaron por todo el hueco, pero nada. Escarbaron con las uñas, se peleaban por cualquier destello que la malvada luna hacía reflejar sobre las paredes de piedra de río y tierra añeja que contenía el rectángulo de aquella tumba.

De pronto el gringo estalló en cólera. Empezó a patear el esqueleto, a escupirlo y a renegar en su árida lengua. Luego apresó la pequeña vasija entre sus pálidas manos, e intentó con torpeza desatar las amarras del sello de cuero de serpiente que le impedían ver en su interior. Impaciente la sacudió cerca de su oreja y un segundo después la reventó contra uno de los dos fragmentos de la lápida que se había quebrado bajo mis pies. La cerámica milenaria de la vasija se partió en ocho segmentos y de ella salpicó un líquido transparente, viscoso como aceite de motor.
El gringo siguió renegando. De pronto todos quedamos mudos de asombro…

Rafael, inoportunamente detuvo su relato, se levantó de la hamaca y se fue nuevamente a descargar la vejiga, se dio tiempo para alimentar las gallinas, juguetear con su perro y machetear unos plátanos verdes para la cena del cerdo.

Miré con impaciencia a mi amigo, Jorge Venegas, quien con un gesto apacible me dijo: -Tranquilo Alberto, los indios son así.

Una eternidad después, regresó el Boruca, se arrellanó en su hamaca, pero en lugar de concluir su relato se concentró en terminar su máscara.
Sin poder contenerme un segundo más, le grité con algo de resentimiento: -¿Y qué pasó?
-¿Qué pasó con qué? – me respondió con insoportable inocencia.
-¡Pues con lo del entierro, el gringo, la vasija y el aceite! –respondí animoso.
-A eso… pues sí, la cosa fue sorprendente. ¡El líquido de la vasija estaba deshaciendo la piedra de la lápida y de toda piedra hasta donde salpicó!

Corrimos para rescatar algo de ese aceite mágico, pero todo se había perdido. Yo mismo toqué la piedra donde el bestial gringo lanzó la vasija… estaba suave, tibia ¡como el barro! y olía como a hojarasca podrida… no, no, más bien como a cuita de pájaro de monte.

Rafael dio por terminado su relato y se concentró en su artesanía, Pero a mi me faltaba el epilogo o algún corolario, postre o digestivo para terminar de asimilar tan fantástica recitación. Con el tono más amigable que pude darle a mi voz le pregunté:
-¡Rafita! ¿Y qué pasó después?
-Después no pasó nada… Ellos metieron en una bolsa plástica los fragmentos de la vasija… en un saco de gangoche guardaron el pedazo de lápida desecha, la cual me hicieron cargar por todo el camino de regreso, dijeron que para analizarla. Los dejé en Palmar Norte, se fueron por la interamericana hacia San José… “Con su tesoro”… ¡Y sin darme propina! Después y por dicha, no supe más de ellos.

...leer mas...

12/8/07

UNA MIRADA AL MOVIMIENTO INDIGENA AMERICANO

Tomado de www.terra.com.co
Colombia

Tras superar siglos de marginación, exclusión y resistir a exterminios de gran dimensión, los pueblos indígenas americanos enfrentan un presente de participación mas activa en política, en protesta social y en reconocimiento de derechos y autonomía para preservar sus raíces y tradiciones.

Unos más organizados que otros, hacen sentir su influencia para definir los nuevos rumbos de naciones consumidas por la corrupción, por la reivindicación de sus territorios y cuestionan en voz alta las políticas de libres mercados económicos que se negocian con los Estados Unidos.

Los logros han sido representativos: asumen la vocería de sus comunidades para transmitir sus inquietudes a los gobiernos y otros sectores sociales, denuncian los abusos por parte de los grupos armados ilegales y consiguieron lugares en los espacios políticos electorales y en las corporaciones públicas.

Sin embargo, no es suficiente. Todavía se violan sus derechos y los países americanos (entiéndase que América es desde Alaska hasta la Patagonia, y no como comúnmente se refieren ciertas personas a un país de América del Norte, recuerden que el Sur también existe) poco se preocupan por garantizarlos y preservarlos; sus territorios, que están en zonas vulnerables al conflicto armado, no tienen protección; están al margen de las negociaciones económicas internacionales y quizá las más grave, los líderes tienden a burocratizarse olvidando los principios que articulan la lucha indígena.

Se trata pues, de un momento oportuno, para que estas comunidades sigan con el avance de la construcción de un proceso de unidad fundamentado en la autonomía, el territorio y la cultura, que incluya el fortalecimiento político, el bienestar social y el afianzamiento institucional, abierto a una integración que genere reconocimiento en esos mismos aspectos.

Es una oportunidad de integración entre los pueblos del continente, que permita un aporte de los elementos que los diferencian, para edificar una fuerza que promueva cambios profundos en todo América.

Nota:
El comentario en negrita es de Rykardho

...leer mas...

COSMOVISION DE LA CULTURA GUAYMI

Carmen Rojas Chaves
Departamento de Educación Indígena
Ministerio de Educación Pública

I. El pueblo indígena guaymí
En Costa Rica se reconoce la existencia de 8 culturas indígenas, distribuidas en los 24 territorios indígenas legalmente constituidos. Una de estas culturas la constituye el pueblo guaymí, nombre con el que se designa a los ngäbes y buglés que viven en la Zona Sur del país. Aunque hablan lenguas diferentes, los ngäbes y los buglés comparten la mayoría de sus rasgos culturales, incluyendo la tradición oral.


En Panamá, los guaymíes viven en las provincias de Chiriquí, Bocas del Toro y Veraguas y son aproximadamente 170 000 ngäbes y 18 000 buglés. En Costa Rica viven en la zona fronteriza con Panamá, en los territorios indígenas de Conte Burica, Osa, Coto Brus, Abrojos Montezuma y Altos de San Antonio. La población es de aproximadamente 3 000 personas. No se cuenta con datos de cuántos de ellos son ngäbes y cuántos buglés.

Practican una agricultura de subsistencia, que complementan con la venta de artesanía y por temporadas se emplean en fincas bananeras y cafetaleras.

Mantienen rasgos culturales como la vestimenta - principalmente entre las mujeres - la pintura de la cara en ocasiones especiales, el labrado de los dientes, la lengua autóctona, la artesanía, la medicina tradicional, algunas ceremonias, así como la danza y la música. Cuentan con tres caciques – en Abrojos Montezuma, Coto Brus y Conte Burica- a quienes se les reconoce como la autoridad tradicional. No obstante, también han constituido Asociaciones de Desarrollo y otras organizaciones civiles.

2. El origen del mundo y del hombre
Ngöbö, el dios padre, es el creador de todo lo que existe. Es atemporal y no se le conoce su origen ni su parentesco con otros seres.

Al inicio de los tiempos, el mundo que había era de piedra y a partir de la piedra, en cuatro días, Ngöbö creó todos los elementos de la naturaleza, todo lo necesario para que la vida humana fuera posible. Por último creó al ser humano.

Primero sólo había piedra. Luego Ngöbö creó el agua y con esta cubrió todas las piedras. Quiso crear al hombre, pero vio que aún no estaban dadas las condiciones para su existencia. Entonces creó el barro, el lodo, pero vio que ahí tampoco podían nacer sus semillas, las personas. Entonces decidió crear el mundo como una gran casa de cañas con techo de palma, o como una gran totuma, según otras versiones. El mundo, entonces, tiene la forma de una gran casa, cuyo techo es sostenido por Uli Kran.

En la construcción de esta casa participaron cuatro personajes: el dueño del mapache, el dueño de la libélula, el dueño de las gallinas y el dueño de los pájaros carpinteros. Este último fue fundamental: él terminó de construir la casa, porque los demás no quisieron hacerlo.

Una vez creada la gran casa que constituye el mundo, Ngöbö creó al hombre, a partir de cuatro diferentes clases de maíz: el blanco, con el que se creó a la gente blanca; el negro con el que crearon los negros; el morado, con el que crearon a los indígenas y el amarillo, del que se crearon los extranjeros. Estas semillas de maíz las había dejado Ngöbö en la tierra, bajo el cuidado de Tibi Tolero, el dueño de los cornezuelos.

Inicialmente, todos los elementos del entorno tenían características humanas: hablaban y sentían. Luego estas facultades quedaron sólo para los humanos. Los animales querían seguir viviendo entre las sociedades humanas, ser parte de ellas. Con el tiempo la gente se fue separando de los animales y contó con la prohibición de Ngöbö de vivir juntos, de establecer parejas mixtas y de procrearse. No contentos con esta decisión de Ngöbö, los animales intentaban atraer a las personas, engañándolas de diferentes formas, principalmente tomando figura humana, como se muestra en los múltiples relatos que presentan este motivo.

Una vez que el proceso de creación de la tierra se había completado y la población aumentó, comenzaron a darse muchos conflictos entre las personas, muchas peleas. Ngöbö hizo varias advertencias a los humanos, pero estos no obedecieron. Entonces mandó un espíritu maligno, Ngiba Kogi para que recogiera todo lo que había para comer. A partir de este hecho se sucedieron una serie de cataclismos: una gran hambruna, un largo eclipse que oscureció el mundo y finalmente un diluvio que ocurrió porque Ngiba Kogi rompió la cumbrera de la casa y se metió la lluvia.

Estos fenómenos destruyeron la mayor parte del mundo creado y causaron la muerte de toda la población que había.

Pero Ngiba Kogi había guardado una semilla de maíz de dos granos. Se la quitaron y la sembraron y nuevamente hicieron la gran casa, el mundo. La semilla germinó y creció, con lo que reapareció la humanidad.

Pero de nuevo hubo conflictos entre las personas, por lo que Ngöbö, después de haber advertido en vano, mandó una prolongada sequía. Murió mucha gente y la humanidad estuvo a punto de desaparecer. Entonces la golondrina fue a buscar la lluvia y la trajo, evitando así la extinción de los pocos humanos que habían quedado.

Esta vez, Ngöbö encargó a Murie Däguien, 'El Dueño del Viento', que vigilara a sus semillas, a los humanos. Para entonces, éstos coexistían con seres muy grandes, con poderes especiales, a los que Murie Däguien se llevó para Kä Nägue, “La Ciudad de los Espíritus”. El clima se normalizó y esto permitió el desarrollo de una nueva humanidad, la actual.

Como puede verse, para que el mundo actual exista, debieron sucederse varias etapas, cada una de las cuales consistió en una transformación de lo creado en la etapa anterior.

Hay entonces un paralelismo entre la transformación del mundo, como el espacio habitable con las características climáticas, geográficas y de diversidad biológica que conocemos y la creación y desarrollo del ser humano, desde su origen hasta la actualidad.

El mundo existía de previo a la creación del hombre pero debió sufrir cambios para que pudiera ser apto para la existencia humana y de igual forma, el ser humano es el resultado de sucesivas creaciones y destrucciones de seres anteriores, mediante diversos cataclismos que los han ido aniquilando, para dar paso a otros, mejores en cuanto a los valores morales.

Pero Ngöbö sabe que ni la tierra ni las personas que él creó son perfectas y por eso previó una nueva transformación del universo. De ahí que los guaymíes se refieren a “la llegada de los cuatro tiempos” como una serie de acontecimientos que acabarán con el mundo actual, y por ende con la presente generación de seres humanos y que supondrán el retorno de héroes culturales, caciques, sukias y otros personajes destacados.

3. La posición del hombre en el mundo cosmos
Esta humanidad estuvo amenazada por Magata, 'La Serpiente del Mar', que se comía a la gente. Pero tras una heroica lucha, los humanos la vencieron. También resultaron victoriosos en muchas otras pruebas, gracias a su inteligencia. Motivado por estos triunfos, Ngöbö eligió al ser humano para que domine sobre los animales y sobre todos los demás seres creados por él. Pero este éxito, a su vez, significa el compromiso de vigilar, proteger y respetar a quienes va a gobernar.

Posteriormente, varones y mujeres se sometieron a una serie de pruebas que dieron como resultado una división del trabajo por sexos y la autoridad del varón sobre la mujer.
Pero por sobre el dominio del hombre está Ngöbö, quien consciente de que no puede gobernar sólo, designó ayudantes para esta tarea. Entre ellos están Besigä, quien es la mensajera de Ngöbö ante los hombres y Murie Däguien, 'El Dueño del Viento', encargado de vigilar a los humanos, pero más que nada, de vigilar que las condiciones ambientales no lleguen a amenazar su existencia .

4. Las normas de vida
Ngöbö, en su tarea de regir el mundo, procuró ordenar las conductas del hombre, principalmente, en lo referente a su relación con el medio ambiente y con los demás.
Aseguró la abundancia de recursos naturales, pero responsabilizó al ser humano de su vigilancia y protección y lo instruyó sobre su uso racional. Ordenó invocar y pedir permiso a los “dueños” de estos recursos antes de utilizarlos: pedir permiso antes de ir a cazar, a pescar o a sembrar, pedir permiso al mar para extraerle sal.

Los guaymíes aceptan que no han seguido estrictamente esta norma y que han aprovechado la naturaleza sin pedirle permiso a sus dueños. Como consecuencia sufren por el deterioro ambiental y por la dependencia que esto crea. “Ahora se le pide al gobierno, como si el gobierno fuera un dios”, dice un anciano al respecto. (1)

Recordemos que Ngöbö destruyó las generaciones anteriores, molesto por los conflictos entre las personas, por sus constantes peleas. Por eso le ordenó a la humanidad actual la solidaridad como norma de vida, norma que debe evidenciarse en el trabajo colectivo, la cooperación, la reciprocidad, la solución conjunta y armónica de los problemas.

También pidió ser honestos, valor que los guaymíes traducen en conductas como respetar los bienes ajenos, decir la verdad y guardar los secretos.

Algunas otras normas de vida que instauró Ngöbö son la obediencia, el respeto a los ancianos, la higiene y cuidado personal y la custodia del conocimiento.

5. La vida en Kä Nague 'La Ciudad de los Espíritus'
Cuando un guaymí muere, la tierra toma su cuerpo como pago por todo lo que le dio mientras vivía y su alma va a Kä Nague, 'La Ciudad de los Espíritus'. La muerte es entonces un viaje espiritual hacia ese otro mundo, Kä Nague. Este es el destino final de las almas. Ahí, un río divide la ciudad en dos. Sólo los espíritus buenos pueden cruzarlo y de esta manera quedan separados de los espíritus malos.

No sólo los muertos van a Kä Nague. Algunas personas con características especiales pueden ir ahí, para alguna celebración, o para adquirir conocimientos y liderazgo. Pero se requiere de una preparación muy intensa, porque hay espíritus muy dañinos. A Kä Nague se llega a través de un viaje espiritual, mediante el sueño, caminando sobre el mar hasta cruzarlo. En el recorrido no se puede mirar hacia los lados por el peligro que representa mirar a los seres malignos que están a los lados. También porque al entrar a Kä Nague hay que sortear una región exclusiva para los murciélagos, sumamente peligrosa.

En Kä Nague el tiempo es diferente del de este mundo. Un día de allá son muchos años en la tierra. Al regresar, cuanto nos rodea adquiere un significado diferente del que vemos. Es posible retornar de este lugar, pero el que lo hace se enfrenta a un mundo que le es desconocido, porque vuelve muchos años adelante en el tiempo, con un cuerpo diferente del anterior y ya han muerto todas las personas conocidas.

En Kä Nague no sólo viven las almas y los espíritus malignos. Ahí también está Ngöbö, los espíritus protectores de los diferentes elementos de la naturaleza y los seres con poderes especiales. Por eso, quienes regresan de Kä Nague lo hacen con muchos conocimientos.

Los caciques, sukias y héroes culturales que han regresado, comparten sus conocimientos con la humanidad. De esta manera explican los guaymíes el origen de la danza y el canto, el juego de la balsería, técnicas de cacería y agricultura, el conocimiento de las diferentes variedades de chicha, así como el origen de algunos frutos estacionales, como el marañón, la guanábana y el zapote.

Sin embargo, no todos los conocimientos más preciados fueron traídos por quienes regresaron de Kä Nague. También algunos espíritus, estando en la tierra, les han transmitido conocimientos a los hombres. Por ejemplo, Mesi Kwira, hermana del gran cacique Sami Kebedo, le enseñó a los guaymíes técnicas artesanales, así como los diseños más comunes de la artesanía guaymí.

6. Las ceremonias
La espiritualidad del pueblo guaymí se manifiesta, entre otras cosas, en la realización de diversas ceremonias, todas ellas relacionadas con el cumplimiento de las normas de vida que dio Ngöbö. Algunas señalan etapas importantes en la existencia de las personas.

Las principales ceremonias son:
- La celebración del nacimiento, que consiste en una alegre fiesta, con chichada, que como ceremonia se le hace al recién nacido, para evitar que lo ataquen las enfermedades y para desearle una larga vida.

- El grwä 'iniciación de los jóvenes', también conocido como “clarecimiento” o “claría”, se realiza en los últimos años de la infancia o a inicios de la pubertad, tanto de los varones como de las mujeres y se repite a aquellas personas que cometen delitos. Esta ceremonia se realiza en la montaña, generalmente en octubre de cada año y dura cuatro días y cuatro noches. Consiste en un castigo, al que una anciana o un anciano respetado y seleccionado por la comunidad somete a jóvenes de su mismo sexo, con el fin de instruirlos y de prevenir o corregir conductas no deseadas. Además del anciano o anciana y de los jóvenes, participan un cuidador principal y un suplente. La ceremonia finaliza con una chichada. Esta ceremonia ha variado mucho en los últimos años. En la actualidad, ya no se someten a ella quienes hayan cometido algún delito, porque éstos son castigados de acuerdo con la legislación nacional.

- En los funerales, el cuerpo se vela durante varios días, tiempo durante el cual, sólo se toma chocolate. El enterrador, suele ser seleccionado previamente. Se prefiere que a los ancianos los entierren los jóvenes, para que tomen de éstos sus cualidades y vivan muchos años y que a los jóvenes los entierren ancianos, para que se rejuvenezcan y prolonguen su vida. Los enterradores siempre son varones y se someten a una dieta especial, durante un mes, tiempo durante el que no pueden consumir ningún tipo de carnes. El muerto se entierra envuelto en hojas de bijagua, amarradas con bejucos, para acelerar la descomposición. Debemos recordar que la tierra espera el cuerpo para alimentarse de él, como pago por todo lo que le dio mientras vivía. Hay reciprocidad entre el ser humano y la tierra: ésta le da de comer al hombre, pero cuando él muere, le entrega su cuerpo para que ella se nutra de él y pueda continuar alimentando a otras personas.

- La curación de las semillas es una ceremonia que se realiza antes de iniciar la siembra de los principales productos alimenticios.

- La ceremonia a Roa se hace a inicios de la época lluviosa para evitar los truenos, es decir, para evitar que haya tormenta. Esta ceremonia puede repetirse cuando existe la amenaza de un huracán o de un fenómeno similar.

- La toma del cacao tiene como objetivo alejar los malos espíritus y las adversidades. También se utiliza para llamar a la armonía y como señal de solidaridad.

- También tienen carácter ceremonial las chichadas, el juego de la balsería y la práctica del jegui, una danza tradicional de los buglés, que llama a la armonía y a la amistad.

Nota
(1) Francisco Rodríguez Atencio. Junio del 2003. Comunicación personal.

Bibliografía consultada
COOPA. 1997. Narraciones ngäbes: revitalización de la cultura tradicional. San José, Costa Rica. Fundación Coordinadora de la Pastoral Aborigen.
Kugwe Kira Kena Degä. Historias de los tiempos antiguos: territorios indígenas ngäbe de Costa Rica. 2001. San José, Costa Rica. Fundación TUVA.
Picón, Cesar; Alemancia, Jesús y Gólcher, Ileana. Editores. 1998. Pueblos indígenas de Panamá: hacedores de cultura y de historia. Panamá, Panamá. UNESCO.
También se contó con el aporte que en diversas comunicaciones personales, hicieron las siguientes personas:
- Francisco Rodríguez Atencio
- Javier Montezuma Montezuma
- Urbano Mendoza Palacios
- Félix Santos Rodríguez
- Mario Montezuma Montezuma
- Santos González Palacios
- Feliciano Espinoza Maya
- Roberto Guerra Tugrí

...leer mas...

INDIGENAS, PUEBLOS ESCONDIDOS EN COSTA RICA

Isabel Soto Mayedo serviex@prensa-latina.cu
Periodista de la Redacción de América Latina y el Caribe de Prensa Latina, Cuba

Los pueblos indígenas costarricenses están prácticamente imposibilitados hoy de acceder a servicios básicos como la salud, la educación, la electricidad y el agua potable, entre otros.

Esta realidad es similar a la que hace más de medio siglo impulsó a las ocho comunidades originarias del territorio a reclamar el reconocimiento de su existencia histórica, la oficialización de sus lenguas y el establecimiento de la educación bilingüe e intercultural.

José Manuel Echandi, ex Defensor de los Habitantes (2001-2005), aseguró que por muchos años los gobiernos olvidaron a estos pueblos, por lo que sus territorios están muy abandonados y resulta necesario desarrollar más escuelas para las hijas e hijos.

Los estudiantes nativos tampoco pueden acceder a la educación superior porque les resulta casi imposible salir de sus reservas, situadas la mayoría de ellas lejos de los centros urbanos y en zonas montañosas, añadió el legislador por el Partido Unión Nacional.

Malekus, chorotegas, huetares, cabécares, bribrís, teribes, borucas y guaymies están distribuidos en 24 reservas, que abarcan más de 320 mil 886 hectáreas.

La falta de solidaridad y la brecha de discriminación hacia estas mujeres y hombres incitó varias manifestaciones de inconformidad del sector en los últimos decenios, cuyo silenciamiento reflejó el desinterés de las autoridades en erradicar la problemática.
Historiadores coinciden en que el movimiento indígena en Costa Rica alcanzó una primera victoria con la reforma que se dio al artículo 76 de la Constitución de la República, en 1999.

Sin embargo, el cambio ocurrido 155 años después de aprobada la Carta Magna poco favoreció a este dos por ciento de la población porque apenas implicó la inclusión de la palabra indígena.

Luego, otras leyes lograron poner en claro el tratamiento que debían recibir estas comunidades por parte de las autoridades, mas en el día a día ocurrió lo contrario a lo estipulado.

La presencia nativa sigue concentrada en el área rural en Costa Rica, y a ese espacio se circunscribe la práctica de las costumbres y tradiciones de esos pueblos.

La más numerosa de estas etnias es la bibrí, asentada principalmente en la reserva de Salitre y Cabagra, en el cantón de Buenos Aires, ubicado en la provincia de Puntarenas, y en la reserva de Talamanca, en el cantón del mismo nombre.
Este grupo social conserva su lengua en forma oral y escrita, similar a los chorotegas, quienes residen en el norte del país y hablan náhuatl.

Otras etnias costarricenses, como los borucas o bruncas, cabécares y guaymies legaron formas expresivas influenciadas por las culturas suramericanas y caribeñas, y los huetares prácticamente perdieron su modo de hablar original.

El acervo costarricense conserva en sentido general pocas palabras provenientes de las culturas indígenas del territorio, al estilo de Talamanca o lugar de sangre, probablemente relacionada con la masacre de tortugas en la costa caribeña.

Poás es otro de estos términos y recuerda una flor amarilla que abunda en las zonas más elevadas del volcán homónimo.

Bribrís y cabécares fueron los únicos que lograron mantener a través de los siglos sus mitos religiosos libres de la influencia de los cambios sociales y culturales.
La fuerza de Sibö, ser supremo y creador del universo, es invocada todavía por estos seres humanos gracias a la transmisión de generación en generación de narraciones vinculadas a sus poderes.

No obstante algunas diferencias, todas las etnias coinciden en un sistema productivo similar, ligado a la siembra de maíz, yuca, camote, chayote, frijoles y otros alimentos básicos.

Como sus ancestros, crían cerdos, ganado y practican la pesca, mientras determinados grupos dentro de las comunidades tejen hamacas, prendas de algodón y otros, que tiñen con tintes vegetales o del corazón de múrice.

De ese modo, los indígenas ticos procuran granjearse el sustento y sortear los obstáculos que enfrentan por efecto de una política estatal alejada de las principales demandas.

...leer mas...

LA SIEMBRA DEL MAIZ Y SU SIMBOLISMO

El maíz es sagrado para el indígena, con un valor espiritual, pues según los relatos de las entrevistas (ratificado por Palmer et al. 1992), "si el Bribrí o Cabécar conoce bien su historia, sabe que Sibö hizo al indígena de semillas de maíz; entonces para él, “somos semillas de maíz”.
La producción de maíz lleva asociadas varias actividades tradicionales importantes (Borge y Castillo 1997), las cuales se describen a continuación:

Primero se chapea el charral y se deja secando 15 días.

Posteriormente se cortan los árboles y se dejan secando los restos orgánicos por unos 20 días

Se procede a quemar en enero o febrero (Según calendario agrícola Bribrí-Cabécar).

Si decide no quemar, se utiliza una pala o machete para limpiar lugares para la siembra

Si es el caso que se quemó, se deja “enfriar” la tierra por tres a cuatro días.

El maíz que se va a usar como semilla debe desgranarse a mano y no debe guardarse en un tarro delata, sino en una batea de madera, saco o guacal.

El maíz que sobra no se le puede dar a las gallinas ni al chancho (cerdo), sino que se debe usar para hacer atol porque si se le da a las gallinas o cerdo se echa a perder toda la cosecha.

La semilla no se debe tirar, sino ponerla en el hoyo. Asimismo, hay un secreto para que el viento no bote el maíz cuado crece. Hay que poner a sembrar a la gente que no baila o que no anda mucho en bote, es decir que no se mueve mucho. Se siembra de espaldas al lugar de donde proviene el viento.

Una vez sembrado el maíz, los sembradores no deben tocar cuero de danta (Ña) Tapirus bairsii, ni cáscara de caraña (Dólijkwo) Bursera tormentosa, ya que puede secar el maíz. Así mismo, no se tira la semilla porque la semilla del maíz representa la propia personalidad del indígena y por lo tanto hay que tratarla con respecto. Cuando comienza crecer se quita las matas de banano silvestre platanillos, ñame, que estorben el maíz.

Cuando florece, se envuelve parte de esta inflorescencia con tierra en una hoja de platanillo y se pone en ciertos talitos de maíz, con el fin de que la mazorca desarrolle rápido.

Se recoge primero el chilotillo para comer, cocinándolo en una olla con agua. No se ponen sobre las brasas para evitar que las plagas ataquen la milpa. El maíz que no se cosecha tierno, se procede a doblar la espiga y se deja o para recoger mazorcas de maíz seco.

Se deja por dos meses para que seque y luego se cosecha. El tallo del maíz se corta y se usa como alimento para ganado (si lo tienen) y equino. Se pelan las mazorcas más pequeñas.

...leer mas...

10/8/07

Llegaron los neo-colonizadores a Talamanca

Llegaron los neo-colonizadores a Talamanca

Comité Patriótico Cantonal de Talamanca

Esta vez llegaron en carros y helicópteros “entraron a nuestras tierras sin nuestro permiso” expreso el líder indigena Timoteo Jakcson, pero como si fuese poco ni siquiera dejaron que los pobladores originarios de estas tierras, nuestros hermanos indígenas entráramos a nuestra casa, continuo diciendo Don Timoteo

Efectivamente eso pasó en el Consejo de Gobierno que celebraron en Talamanca, “nuestras autoridades gubernamentales.”. Llegaron Ministros, asesores, amigos y amigas, empleados y todos llenaron, o al menos ocuparon, el mayor número de espacios, disponibles para participar de la actividad. Solo se invitó a un pequeño número de personas residentes en Talamanca, la mayoría Sikuas(blancos) , amigos de confianza de cierta élite.

Para la presentación cultural trajeron a un grupo de baile del Cantón Central de Limón, quizá porque Don Oscar y sus asesores u organizadores no sabían que en la Costa talamanqueña también tenemos grupos artísticos, de música afrodescendiente, si ese era su gusto o de música y bailes indígenas.

Mientras aplaudieron al grupo de Limón, al grupo de teatro de jóvenes indígenas de Rancho Grande le hicieron uno de los mayores desprecios, no los dejaron presentar su obra de teatro que les habían solicitado los organizadores que presentaran durante el almuerzo. A estos nuestros jóvenes indígenas los requisaron, les revisaron sus pertenencias con perros, y luego los despidieron sin que pudiesen hacer su presentación,

Quizá el pecado de estos nuestros jóvenes es que no son estudiantes de la tan querida Universidad de Harvard.

Los indígenas talamanqueños se tuvieron que conformar con ver al presidente por las pantallas de TV del Sinart.

Durante la actividad algunos oradores hicieron propaganda al si, a lo cual ministros y comitivas aplaudían, mientras afuera los Talamanqueños, portaban pancartas de NO AL TLC. Incluso fue significativo ver como dentro del recinto se encontraban tres personas de origen Nicaragüense portando pancartas del SI. QUE SINISMO.

Todo fue un teatro de mala calidad, lo cual permitió reafirmar más nuestra convicción de que

TODA TALAMANCA SEGUIRÁ SIENDO UN ROTUNDO NO….

…UN DÍA DESPUES

Con gran curiosidad leímos lo que publicarían los MEDIOS DE CONFUSION SOCIAL (La Nación y al Día), al día siguiente, y efectivamente lograron confundirnos más., Curiosamente los dos medios de confusión social solo hacen referencia a la visita de DON OSCAR a la comunidad indígena de TELIRE, no mencionan nada de lo que pasó en Bribri. Lastimosamente no se pusieron de acuerdo, y mientras uno dice que al bajar del helicóptero el presidente y ministros fueron rodeados por los indígenas el otro dice que pocos indígenas salieron al encuentro de los foráneos.

Llama la atención que un momento tan significativo para nuestro presidente no haya sido captado por las cámaras fotográficas. No se publicó alguna fotografía de nuestro presidente con alguna persona de Telire. Sería que ninguno de nuestros indígenas se dignó a fotografiarse con Don Oscar? La verdad es que no sabemos que pasó. De lo único que podemos estar seguros es que desgraciadamente de Talamanca solamente en Alto Telire nuestros amigos eran los únicos que no podían portar una pancarta de NO AL TLC porque en esta comunidad no hay escuelas y ninguno sabe escribir.

...leer mas...

9/8/07

!SEAMOS INDIGENAS!

EDITORIAL REVISTA AMBIENTICO
FEBRERO 2006 # 149

En su interacción con la naturaleza y en sus relaciones sociales internas, los pueblos indígenas americanos están en un estadio superior al nuestro gracias a que no avanzaron junto con nuestras sociedades mestizas por la ruta de la modernización predadora que vino de Europa. Eso no es así, sin embargo, en los multitudinarios casos en que, aunque manteniéndose como comunidades, a esos pueblos indígenas los ha subordinado el mercado, sea indirectamente: vía expropiación de sus buenas tierras y su expulsión al Gulag de los suelos sin vocación agrícola, o directamente: vía satelización salvaje de sus economías respecto del mercado.

Éstas son dos formas, lentas o rápidas, de destrucción de esas comunidades que inevitablemente las envilece en tanto tales, transformándolas en lo que nunca fueron, en burdos remedos y comparsas de nuestras sociedades mestizas. Pero en esto se convierten solo cuando dejan de ser ellas, aunque genética y fenotípicamente sus individuos sigan siendo los mismos y aunque conserven sus vestimentas y otras expresiones culturales pintorescas.

A los pueblos indígenas supervivientes no solo debemos respetarlos eliminando el sinfín de obstáculos que se oponen a su benigna influencia sobre nuestra cultura, para que ésta se reoriente permitiéndonos recuperar los valores y normas de conducta que en nuestro tránsito a la mesticidad genética y cultural tiramos atolondradamente al lodo, sino que también debiéramos –mediante un sistema de discriminación positiva- viabilizar su acceso pleno al ejercicio del poder político: acceso tanto por parte de los individuos representativos de las comunidades indígenas como de éstas en bloque.

Después de siglos de tratarlos como seres sin dignidad -a ellos que sí reconocen la nuestra y la de todos, incluyendo a los otros entes naturales- debemos reconocer su superioridad moral, aunque sea solo por ese hecho, pero también por lo que eso trae como consecuencia: relaciones humanas y con la naturaleza no de pura utilización sino de reciprocidad, no de individualismo y dominación sino de cooperación e integración.

Con los indígenas de este subcontinente los mestizos estamos no solo obligados moralmente sino también, cuando somos informados y lúcidos, estamos persuadidos de que deben jugar un papel privilegiado -a través de distintas y novedosas vías- en la conducción de nuestras sociedades: en los planos político, económico y cultural, reorientando éstos con su saber conducirse, que es respetuoso con todo y todos y que por ello conecta asombrosamente bien con los sentimientos, concepciones y pautas de comportamiento que en esta posmodernidad ha levantado exitosamente el movimiento ambientalista para bien de la humanidad y la naturaleza.

Organizaciones ambientalistas, y también muchas otras no gubernamentales afines y amigas del ambientalismo, han sido fuertes aliadas de un movimiento indígena americano que organizativamente parece estar tejido por una especie de federación de grupos representativos de pueblos, y de instancias de coordinación, que visiblemente se apoyan en páginas web, en medios tradicionales de comunicación y en reuniones periódicas de reconocimiento ideológico recíproco y de puesta de acuerdo para la práctica. La toma del mando del estado en Bolivia es la punta del témpano de ese fenómeno que en otros países con menos presencia indígena se manifiesta mucho más tímidamente.

Esos habitantes fieles del pasado son además viajeros ya instalados en un futuro que está imponiéndose sin que la mayoría de nuestros políticos (ridículos alumnos aventajados de la niña Pochita mestiza) se hayan enterado, y por ello siguen ejerciendo oposición a quienes, también mestizos pero más éticos y más lúcidos, creemos en un arcoiris cultural y político donde la cosmovisión indígena impregnen y ayuden a la coherencia expresiva de todos los movimientos reivindicativos y minorías hasta hoy excluidas.

¡Seamos indígenas!

...leer mas...

LOS OTROS ENTRE NOSOTROS

Msc. Rebeca Gallardo Barquero
Promoción y Divulgación de Derechos Humanos
Defensoría de los Habitantes de Costa Rica

En nuestro ambiente contemporáneo nos encontramos inmersos en una “modernidad” que por lo general es excluyente de su propia objetividad, se niegan a la vez rituales, mitos, simbologías y se relativiza con facilidad jerarquías y normas. Desde nuestra perspectiva occidentalizada toma la vanguardia lo aparente, lo imaginario, lo virtual, que desvaloriza los orígenes de relaciones distintas a la predominante.

Esta generalizada y compartida miopía impide valorar y aceptar formas de relación “diferentes a la mía” y en general es la base de la intolerancia y el irrespeto por “el otro”, incrementada por prácticas de etiquetamiento denigrante y discriminatorio hacia una mayoría de grupos humanos.

El ejercicio valores a determinado grupos humanos depende del contexto social e histórico en que origine y se geste. La objetivación cultural y relación establecida por ejemplo entre el color de la piel, la procedencia étnica, la edad, el género, entre otros con atributos de mayor o menor grado de aceptación o rechazo por la mayoría o grupo dominante, limita o posibilita el acceso a los beneficios de desarrollo social, económico o político, en una sociedad.

Precisamente son los pueblos indígenas en nuestro país los que mayormente han sido limitados en su acceso al desarrollo, el informe de la Defensoría de los Habitantes 2002-2003 dice: “en general en cuanto a los servicios básicos muestran que el 46,5% de las viviendas dentro de territorios indígenas se abastece de agua por tubería dentro de la vivienda, pero únicamente el 29% de esa agua proviene de un acueducto; sólo el 21% tiene tanque séptico, predominando la letrina (65%), y el 38% dispone de electricidad. Estos porcentajes contrastan con los que se obtienen para las viviendas del resto del país, en las que los indicadores de agua proveniente de acueducto, tenencia de tanque séptico y electricidad superan el 90%.

Por otro lado el Informe del Estado de la Nación indica que la satisfacción de necesidades y presencia de carencias de los territorios, tan sólo el 7,6% de los indígenas no tiene ninguna carencia, al igual el 14,4% de los no indígenas. Estos porcentajes van mejorando para los indígenas conforme se alejan de los territorios; el 29,4% de los que habitan en la periferia no tiene carencias, como tampoco las tiene el 36,2% de los indígenas residentes en el resto del país. Sin embargo, estas cifras contrastan con el 60,4% de los no indígenas del resto del país sin carencias. (1)

Las poblaciones indígenas más aisladas dependen de la medicina tradicional para tratar sus enfermedades sin embargo el cambio en patrones de alimentación y conducta como el uso de alcohol han modificado los tipos de padecimientos en algunos casos su situación de salud es semejante a Costa Rica hace 50 años, en donde predominan enfermedades infecciosas, epidémicas y endémicas. Por otro lado hay una presencia de enfermedades crónicas y degenerativas semejante a la ocurrida en la población a partir de los años 60 s y por último la presencia de enfermedades de reciente aparición provocadas por manifestaciones genotípicas provocadas por el ambiente como se mencionó. (Barrantes, 1998:249).

La realidad que viven nuestros pueblos indígenas en Costa Rica, la definida brecha socio-económica que se evidencia con respecto a otros sectores sociales y las inapropiadas políticas de desarrollo elaboradas para un supuesto beneficio de esta población es lo que hace imprescindible para la Defensoría de los Habitantes priorizar la atención a estos grupos, y adelante se cita un ejemplo particular de trabajo.

Antes de ello es importante mencionar como recomendación teórica la elaborada por Max-Neef, quien es un economista que menciona la importancia de elaborar políticas de desarrollo humanistas, en donde los actores beneficiados formen parte activa de la formulación de los objetivos de esta políticas, como punto fundamental en la congruencia entre la realidad de estos pueblos u otras agrupaciones y la satisfacción de sus necesidades a partir del planteamiento de cada uno.

Necesidades y satisfactores humanos
Citando a Max-Neef (2) nos preguntamos quien determina que es calidad de vida? La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales. Surge entonces la tercera pregunta: ¿cuáles son esas necesidades fundamentales, y quién decide cuáles son? Antes de responder a esta pregunta, el autor nos dice que es necesario hacer un análisis previo.

Se ha creído, tradicionalmente, que las necesidades humanas tienden a ser infinitas; que cambian constantemente, que varían de una cultura a otra y que son diferentes en cada período histórico. Supone estas últimas como incorrectas, ya que son producto de un error conceptual. El típico error que se comete en los análisis acerca de las necesidades humanas es que no se explica la diferencia esencial entre las necesidades y los satisfactores de esas necesidades. Es indispensable hacer una distinción entre ambos conceptos por motivos tanto epistemológicos como metodológicos.

Tomando en cuenta la población que nos ocupa hoy, estos satisfactores no pueden definirse fuera del escenario y el grupo que las requiere, por tanto las políticas de desarrollo generadas para tal propósito deben ser consultadas, a cada grupo particular, además de que una política de desarrollo para los pueblos indígenas no puede ser general debe ser articular a cada grupo étnico beneficiado, porque sus satisfactores pueden variar de una agrupación a otra.

La persona es un ser de necesidades múltiples e interdependientes. Las necesidades humanas deben entenderse como un sistema en el que ellas se interrelacionan e interactúan. Simultaneidades, complementariedades y compensaciones son características propias del proceso de satisfacción de las necesidades.

No existe una igualdad conceptual entre necesidades y satisfactores. Un satisfactor puede contribuir simultáneamente a la satisfacción de diversas necesidades; a la inversa, una necesidad puede requerir de diversos satisfactores para ser satisfecha. Ni siquiera estas relaciones son fijas. Pueden variar según el momento, el lugar y las circunstancias.

Veamos un ejemplo: cuando una madre le da el pecho a su bebé, a través de ese acto contribuye a que la criatura reciba satisfacción simultánea para sus necesidades de Subsistencia, Protección, Afecto e Identidad. La situación es obviamente distinta si el bebé es alimentado de manera más mecánica. Una vez diferenciados los conceptos de necesidades y de satisfactores, es posible formular dos postulados adicionales.
Primero: las necesidades humanas fundamentales son pocas, delimitadas y clasificables.
Segundo: las necesidades humanas fundamentales son las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia a través del tiempo y de las culturas es la manera o los medios utilizados para la satisfacción de las necesidades.

Cada sistema económico, social y político adopta diferentes estilos para la satisfacción de las mismas necesidades humanas fundamentales. En cada sistema éstas se satisfacen (o no) a través de la generación (o no generación) de diferentes tipos de satisfactores.

Uno de los aspectos que define una cultura es su elección de satisfactores. Las necesidades humanas fundamentales de un individuo que pertenece a una sociedad consumista son las mismas del que pertenece a una sociedad ascética. Lo que cambia es la cantidad y calidad de los satisfactores elegidos, y/o las posibilidades de tener acceso a los satisfactores requeridos. Lo que está culturalmente determinado no son las necesidades humanas fundamentales, sino los satisfactores de esas necesidades. El cambio cultural es consecuencia -entre otras cosas- de abandonar satisfactores tradicionales para reemplazarlos por otros nuevos y diferentes. Según lo anterior la responsabilidad Estatal de dar contenido jurídico y económico a uno o más satisfactores de una misma necesidad en una comunidad, como es el caso de las diversas agrupaciones etnias que conforman nuestra sociedad, requiere del consenso y la participación para determinar los enunciados.

De esta forma grupos humanos que se encuentren en un estado de pobreza como es el caso de la mayoría de los habitantes indígenas de este país, no puede limitarse esta clasificación a una situación exclusivamente economicista al encontrarse estas personas por debajo de un determinado nivel de ingreso, hay más bien pobrezas donde cualquier necesidad humana fundamental que no es adecuadamente satisfecha revela una pobreza humana por ejemplo y de continuando citando al autor hay una pobreza de Subsistencia (si la alimentación y el abrigo son insuficientes); hay una pobreza de Protección (debido a sistemas de salud ineficientes, a la violencia, la carrera armamentista, etc.); hay una pobreza de Afecto (debido al autoritarismo, a la opresión, las relaciones de explotación con el medio ambiente natural, etc.); hay una pobreza de Entendimiento (por la deficiente calidad de la educación); hay una pobreza de Participación (por la marginación y discriminación de las mujeres, los niños o las minorías étnicas); hay una pobreza de Identidad (cuando se imponen valores extraños a las culturas locales y regionales, o se obliga a la emigración forzada, el exilio político, etc.); y así sucesivamente.

Pero las pobrezas no son sólo pobrezas, son mucho más que eso. Cada pobreza genera patologías, toda vez que rebasa, por su intensidad o duración, ciertos límites críticos. Esta es una observación medular que conviene ilustrar Una política de desarrollo orientada a la satisfacción de las necesidades humanas (entendidas en el sentido amplio que el autor ha mencionado) trasciende la racionalidad económica convencional, porque compromete al ser humano en su totalidad. Las relaciones que se establecen -o que pueden establecerse entre las necesidades y sus satisfactores hacen posible construir una filosofía y una política de desarrollo auténticamente humanistas, para el caso de los pueblos indígenas requieren necesariamente de tomar en cuanta no solo practicas culturales particulares a cada grupo , también los actores internos legitimado para desarrollar esas practicas, por ejemplo en el caso del tema de salud, enfermedad o muerte , cabe preguntarse quienes son las personas legítimas dentro de una comunidad o agrupación étnica particular para trabajar esos temas , el éxito de cualquier política depende de si se consulta a la persona o personas correctas.

Defensoría de los Habitantes y Comunidades Ngöbes o guaymíes
En el caso de la Defensoría de los habitantes es una labor fundamental y legar la defensa de los derechos humanos y fundamentales contenidos en la normativa vigente, además de un control de legalidad del sector publico, esto nos posibilita a divulgar e incentivar nuevas formas de participación que se vena posteriormente reflejadas en políticas de desarrollo humanas e integrales al grupo que se quiere representar.

Para la Defensoría de los habitantes la defensa y la promoción de los derechos humanos y fundamentales contenidas en la normativa actual, es un mandato que nos permite desde nuestra función posibilitar y apoyar acciones de las instituciones publicas en la formulación de políticas de desarrollo a escala humana, es decir que contemplen las necesidades y por tanto la descripción de los satisfactores requeridos para construir una política de desarrollo auténticamente humanistas, que para alcanzarlo hay puesto en práctica El ejercicio de la participación.

Desde le Area de Promoción y Divulgación hemos desarrollado varios programas de capacitación, intercambio, dialogo y facilitación en comunidades indígenas, últimamente y que es meritorio mencionar se ha desarrollado un Proyecto a nivel nacional y con implicaciones binacionales con el Pueblo Ngobe, con el apoyo de las instituciones del gobierno costarricense y las del gobierno panameño.

Se define el pueblo indígena Ngobe como prioritario, partiendo de la realidad que es un grupo cultural cuyo asentamiento natural trasciende los límites de la frontera entre Costa Rica y Panamá, establecida posteriormente a su creación como grupo Estado. El propósito es evidenciar las necesidades que surgen al encontrarse viviendo en un situación de pobreza económica importante, lo que obliga a este grupo humano a movilizarse constantemente entre un país y otro, para encontrar los satisfactores en distintas actividades.

El objetivo de este trabajo que tiene un año de haber iniciado es definir acciones conjuntas de rendición de cuentas y acompañamiento sobre la problemática indígena transfronteriza, que involucre a las comunidades Ngobes, con la participación de las Oficinas de Derechos Humanos de ambos países.

Se inician actividades principalmente de coordinación e intercambio entre la Defensoría del Pueblo de Panamá y la Defensoría de los Habitantes de Costa Rica, teniendo como base la definición de objetivos y tareas conjuntas dirigidas a abrir espacios de diálogo que permitan el intercambio del Pueblo Ngobe con nuevas formas de participación que no anulen las formas tradicionales de liderazgo, sus estilos de comunicación y les permita exigir a las instituciones competentes la solución de sus problemas garantizando el uso de los derechos que le son propios.

En este proceso se enmarcan los tres encuentros binacionales, contando con la presencia de ambas Defensorías y representantes de los territorios Ngobes de Costa Rica y la Comarca Ngobe-Buglé de Panamá.

El Pueblo Ngobe en Costa Rica ha contado con el acompañamiento y capacitación de la Defensoría de Costa Rica y de otras instituciones, previo a los encuentros y en forma continua hasta la fecha.

Los tres encuentros, se desarrollaron con una metodología participativa y se trabaja en los temas definidos como prioritarios por ambas representaciones indígenas en Costa Rica y Panamá. Desde el primer encuentro se acordó trabajar sobre tres aspectos básicos: salud, educación y migración.

El proceso de trabajo se definió en el primer encuentro de la manera siguiente:
Primer encuentro Golfito -Costa Rica, 2-3 noviembre del 2004:
Definición de temas prioritarios, metodologías de trabajo e identificación de distintos tema de colaboración.

Segundo encuentro Chiriquí-Panamá 2-3 de marzo 2005:
Cada representación del Pueblo Ngobe asumiría en conjunto con cada Defensoría la profundización de los temas definidos. Esta información se reúne y analiza para dar paso a un tercer encuentro de diálogo institucional.

La responsabilidad de involucrar a las instituciones estatales en ambos países encargadas de garantizar el cumplimiento de los derechos que se relacionan con los temas anteriores, recayó en ambas Defensorías.
Esta memoria da cuenta del evento que reunió instituciones, oficinas de Derechos Humanos y representación del Pueblo Ngobe.
Se realizó en las instalaciones de la Universidad Nacional, durante el 25 y 26 de mayo del 2005 en el cantón de Corredores-Costa Rica.

Se identifica por medio de actividades nacionales y binacionales con representantes de este grupo étnico tanto de Costa Rica como de Panamá y las instituciones involucradas también de ambos países tres necesidades prioritarias, salud, educación y migración.

Relacionado al tema de Educación
Las representaciones Ngöbes de ambos países definen la necesidad de acceder a la garantía y cumplimiento del acceso a una educación de calidad y respetuosa de las particularidades culturales para los y las habitantes de las comunidades Ngobes de ambos países. A partir de esta definición se trabaja sobre los satisfactores requeridos para cumplir con este derecho, cada comunidad habla sobre los problemas encontrados en cada comunidad y los requerimientos, los cuales presentan a las instancias competentes.

De los indicadores se evidencia que en Costa Rica la enseñanza primaria y secundaria son excluyentes y asimétricas para las poblaciones indígenas. Además existen barreras que deben enfrentar quienes enseñan en estas zonas como la infraestructura, el clima y la carencia de docentes disponibles no sólo porque 52% se encuentra de manera interina sino porque por lo general, al corto tiempo son trasladados a regiones urbanas. Además los y las estudiantes no cuentan con horarios alternativos que se combinen con las tareas que necesariamente deben realizar en sus casas así como en el campo, o la movilización que hacen la mayoría con sus familias por las recolectas de café..

Por su parte en la comarca Ngobe Buglé de Panamá los representantes manifiestan que no existen compromisos claros para definir y ejecutar políticas en educación que deriven en cambios tales como docentes mejor preparados, textos de educación primaria generalizada y bilingüe para mejorar los índices de escolaridad y permanencia en el sistema. El tema de educación por tanto, para la Comunidad indígena Ngobe de ambos países, es uno de los más importantes. Aunque los datos anteriores corresponden a Costa Rica sin embargo los integrantes de la comarca Ngobe Bugle reconocen que la situación es muy similar en Panamá.

Existe entonces un abandono institucional que impide la asistencia y permanencia de los niños(as) y jóvenes en el sistema de educación formal, el problema no es sólo que no se imparte bajo las condiciones particulares de su cultura sino lo que es peor hay un bajo nivel de escolaridad, producto de un sistema excluyente.

Sobre el tema de Salud
Los servicios de salud deberán planearse y administrarse en cooperación con los pueblos interesados y tener en cuenta sus condiciones económicas, geográficas, sociales y culturales, así como sus métodos de prevención, prácticas curativas y medicamentos tradicionales.

Dentro de este marco es que el concepto de salud y enfermedad toma características distintas por cada uno de los pueblos indígenas, cada pueblo utiliza elementos naturales propios según su ubicación y conocimientos. Las posibilidades de garantizar la salud adecuada al interior de sus comunidades está estrechamente relacionada con los recursos existentes, y los satisfactores involucrados es decir el acceso a la alimentación, al trabajo, al agua potable, a la vivienda. La utilización de los recursos naturales es fundamental para definir los parámetros de desarrollo de vida digna y condiciones de salud adecuadas.

Todo lo anterior implica tomar en cuenta varios aspectos para garantizar el servicio de salud a los habitantes de las comunidades indígenas Ngobes, aunque se reconoce que Costa Rica bajo el amparo de la solidaridad de la Seguridad Social posee indicadores más elevados en materia de salud esto no implica que se de en las mejores condiciones según dispuesto en el Convenio 169. En el caso de los indígenas que habitan en la Comarca panameña no cuentan con las mismas posibilidades de acceder a los servicios de salud por lo que se ven forzados a visitar los centros de salud que se encuentran cerca de la frontera en territorio costarricense con consecuencias importantes en el seguimiento de la atención de los pacientes, ya que en la mayoría de los casos se encuentran en condición irregular y no se logra sostener los resultados en materia preventiva.

Además, no se posibilita el buen manejo del control epidemiológico, en caso de enfermedades que se encuentran tratadas en Costa Rica , la constante movilidad de estas personas en busca de opciones laborales impide una adecuada ubicación en caso de requerir hacer un tratamiento prolongado.

Se le recomienda a las autoridades en Salud que brinden a los funcionarios/as la información necesaria sobre las obligaciones legales que tienen de atención a esta población, y brindar los recursos necesarios para facilitar la comprensión a estas personas.

Sobre el tema de migración
El asunto migratorio se convierte en tema transversal a cada uno de los temas tratados. Una de las realidades que convoca a las Oficinas de Derechos Humanos de ambos países a trabajar juntas, es que se parte de que las divisiones políticas han separado a un grupo humano con los mismos orígenes y en donde las relaciones de parentesco trascienden estas fronteras, Este es un tema que hay que tratar con atención porque involucra situaciones de dificultad en la relación entre las familias Ngobes asentadas en los dos países. Existe un tránsito irregular de indígenas Ngobes fundamentalmente de Panamá a Costa Rica, por tres razones: visita a familiares, búsqueda de empleo y para obtener atención en los servicios de salud prioritaria en la atención prenatal, parto y materno infantil en general.

Los costos de documentación inhiben al Pueblo Ngobe este derecho, vulnerando su acceso a la seguridad social cuando migra por razones económicas. Se analizó también la migración irregular que se da de Ngobes panameños para acudir a los servicios de salud en Costa Rica por la gratuidad del servicio, el problema se agrava por la falta de inscripción de los niños y niñas nacidos en Costa Rica pero de padres y madres panameños/as, en el país vecino, ya que muchos de ellos regresan a su país y las personas menores de edad no son inscritos en el Registro Civil de Panamá, violentando con ello el derecho a la nacionalidad.

Es por ello que nos encontramos coordinando acciones con las instituciones Estatales que tienen la responsabilidad de posibilitar en cumplimiento de estas necesidades, se requiere de una política de desarrollo humano urgente, con el concierto del Ministerio de Trabajo, Ministerio de Educación, autoridades de Migración y representantes del Sector Salud que tomen en cuenta, las particularidades de este grupos humano , como un ejemplo para iniciar políticas así potenciar las herramientas jurídicas e institucionales con que cuenta cada uno para atender las necesidades y superar las desventajas a partir del respeto de su propia identidad.

Para concluir, es necesario que en una sociedad se reconozcan como legítimas las diferentes agrupaciones étnicas, se les de su valoración e importancia según sus particularidades, posibilitando la formulación de políticas de desarrollo acordes a los principios de universalidad, equidad e igualdad, amparadas en una normativa de especificidad que ha sido aprobada para este propósito.

Las diferencias culturales son la riqueza con la que cuenta una sociedad, donde los derechos humanos y las normas sustentadas en esta valoración se originan en el afán de posibilitar el desarrollo de los pueblos, y por la responsabilidad del Estado de garantizar el desarrollo digno de todos/as sus habitantes. Es precisamente la intolerancia y la discriminación la que impide poner en práctica los derechos humanos y fundamentales específicos, lo que expone el reto de bajar el discurso a la práctica cotidiana, en donde los/as miembros/as de la sociedad asuman y se apropien de los principios contenidos en la norma, acorde a una sociedad democrática.

El ejercicio ciudadano bajo este sistema otorga la posibilidad y la obligación de sus miembros/as de participar activamente en la expresión de las políticas que deben solventar sus necesidades reales, pero la consecuencia entre estos objetivos y la realidad se desprende de la manifestación o la voz que levanten los/as interesados/as. Lo anterior permite afirmar que el ejercicio de los derechos es una práctica social, por lo que se debe formar a los habitantes en los mecanismos efectivos de participación, para ello se debe evidenciar las sanas practicas de información, la transparencia y la buena gestión de las instituciones, consecuentemente con la posibilidad de las mismas de rendir cuentas de la ejecución de sus presupuestos y de los espacios formales con que cuentan para participar, además de propiciar espacios de dialogo en donde los y las interlocutores cuenten con capacidad negociadora de sus necesidades ante los encargados de solventar las mismas.

Tomar en cuenta la diversidad cultural, los derechos que nacen del respeto de esta diferencia, la construcción de planes de desarrollo reales y efectivos con la aceptación de todos/as los/as interesados/as posibilita superar etapas en donde sectores del gobierno interesados en limitar la independencia de los pueblos indígenas, manipularon intentos de garantizar la incorporación de convenios internacionales de Derechos Humanos previamente ratificados por el país, a la normativa nacional que los pusiera realmente en practica, por este error hemos sido merecedores de fuertes criticas internacionales.

De esta forma al comprender las relaciones tradicionales de poder que han pesado sobre los pueblos indígenas en nuestro país y han sofocando las posibilidades de éstos al desarrollo y crecimiento económico, se considera prioritario implementar políticas para enfatizarlas a mejorar la calidad de vida de estas comunidades, incorporar procesos de consulta que permitan el consenso y una aprobación de la colectividad que pretenden beneficiar, incentivando con ello no solo, el mejoramiento de los índices de salud, vivienda u otros, sino también como una forma de involucrar a estos pobladores en un ejercicio de Participación Ciudadana activa, para que en un futuro no muy lejano sean partícipes de la formulación de políticas que le son propias.

NOTAS:
(1) Los indígenas en territorios con una carencia representan un 11 % y llegan a 31 % al acumular tres carencias. Más aún, con cuatro carencias muestran el porcentaje más alto entre todas las poblaciones de interés (28%).

(2) Para información adicional, consulte la página web de Manfred Max Neef.

...leer mas...